El ministro del Interior, Florencio Randazzo, salió ayer a defender la reforma política anunciada por la presidenta Cristina Fernández frente a las ácidas críticas lanzadas por la oposición e insistió en negar que el proyecto esté pensado para facilitar la eventual candidatura de Néstor Kirchner a la Presidencia en 2011. "¿Se puede ejercer algún tipo de extorsión sobre 27 millones de argentinos? Yo creo que no", enfatizó el funcionario, en rechazo a los cuestionamientos del arco opositor y del ex presidente Eduardo Duhalde, quien sostuvo que Kirchner ejerce un "liderazgo extorsivo" por entender que, a partir de esta iniciativa, todos deberían encolumnarse detrás de su figura en el PJ.

Un día después del lanzamiento de la reforma del sistema electoral por parte de la jefa de Estado, Randazzo -en sintonía con la mandataria- descalificó las denuncias opositoras sobre que esta ley estaría hecha a medida del kirchnerismo para las próximas elecciones. "No entiendo por qué estaríamos tomando de rehén a quién?", replicó y se manifestó convencido de que, en realidad, "se le cayeron los argumentos a los que decían esto".

Randazzo fue terminante: "La decisión de si es candidato o posiblemente lo sea Kirchner o quién sea, será una decisión del conjunto del pueblo argentino, no de los afiliados del peronismo ni ninguna otra cuestión que se pueda ejercer sobre tal o cual voluntad". "Estamos proponiendo una primaria abierta, simultánea y obligatoria para que decida el conjunto de la sociedad quién va a ser su candidato, lo mismo que en otras fuerzas políticas", destacó.