El próximo martes hubiera cumplido 85 años, pero una enfermedad terminó con su vida en el 2002. Para recordarlo, ese día será homenajeado José Ubaldo Montaño, el paradigma de la vieja militancia gremial, con sus vinculaciones con la política (ver aparte).

El ‘Gordo‘, como le decían los amigos, era dueño de un carisma natural, que se apoyaba en reforzar sus rasgos descontaminados por su humilde procedencia iglesiana. Y fue capaz de definirse a sí mismo: ‘Me vine de Iglesia a caballo y llegué a ministro, imagínense a qué hubiera llegado si venía en auto‘, dijo a sus amigos en una oportunidad.

Montaño hacía política con su vocabulario atravesado y con una asombrosa capacidad de comunicación con los sectores más humildes del entramado social.

Se ufanaba de conocer cada rincón de San Juan como consecuencia de su militancia y allí era donde residía su capital político. Era amado por su absoluta militancia en el peronismo, al que respondía desde su activismo social, tanto como funcionario como dirigente raso, y también por una fuerte vinculación con el sector empresario que encontraba en él a un hábil interlocutor.

Llegó a ocupar durante 13 años la titularidad de la CGT sanjuanina, luego de haber pertenecido al desaparecido gremio cervecero.

En su dilatada carrera política fue presidente del PJ sanjuanino en el período 1982-83, cuando la fuerza adquirió la sede de la calle 25 de Mayo.

Entre los cargos políticos que ocupó fue ministro de Bienestar Social durante los gobiernos de Eloy Camus y de Juan Carlos Rojas y en 1995 fue candidato a gobernador, acompañado en la fórmula por Alberto Páez Díaz