En la puerta del Juzgado Federal de la calle Entre Ríos, antes de ser llevado por efectivos de la Gendarmería Nacional al Penal de Chimbas, Jorge Horacio Páez dijo que “yo no oculto nada. Voy a contar todo lo que sé”. El represor, detenido el viernes en Bolivia y deportado a Argentina el domingo, llegó ayer a San Juan y a partir de hoy, a las 10, empezará a ser indagado por una nueva causa, de la que no trascendieron detalles. Mientras tanto, fue derivado a la cárcel provincial, que tiene un sector para los acusados de delitos de lesa humanidad.
Páez es un exmilitar que formó parte del cuerpo de oficiales del Regimiento de Infantería de Montaña (RIM 22) y está sindicado como uno de los integrantes de la llamada “patota”, el grupo que en las primeras épocas del gobierno de facto se dedicó a secuestrar y torturar militantes políticos, estudiantes y exfuncionarios de la provincia.
Además, está acusado en la llamada “Causa Bustos”, que tiene 32 víctimas, entre ellas el gobernador José Luis Gioja y el cortista José Soria Vega. Se trata de dirigentes políticos y sindicales que fueron secuestrados por las fuerzas de seguridad y sometidos a sesiones de golpizas, picana y simulacros de fusilamiento. El caso formó parte del primer megajuicio por delitos de lesa humanidad que se sustanció en la provincia y que lo tenía como uno de los acusados, aunque no lo pudieron juzgar porque estuvo prófugo, hasta ahora.
Páez fue detenido el viernes en la Ciudad de Santa Cruz, en Bolivia, tras haber ingresado ilegalmente a ese país. Según el diario Página 12, cometió una contravención migratoria porque no había registros de su ingreso al país vecino en forma legal, como tampoco de su salida de nuestro país. El domingo fue entregado a las autoridades de la población argentina de Pocitos. Y luego de ser llevado vía aérea a Buenos Aires, ayer llegó a San Juan y fue puesto a disposición del juez federal Leopoldo Rago Gallo.
Como primera medida, según fuentes judiciales, le comunicaron que a partir de hoy lo van a indagar por una nueva causa. También designó abogados defensores, que son su hija, Analía Páez, y el letrado Juan Marcos Zapata.

