"Es un mal ejemplo y una vergüenza". Así, sin pelos en la lengua, Néstor Kirchner se despachó el 29 de abril de 2005 contra la decisión de los diputados sanjuaninos de aumentarse el sueldo de 5.000 a 6.600 pesos y desató un fuerte revuelo. La foribunda crítica sorprendió a todos, porque venía nada menos que del presidente de la Nación y fue pronunciada en un acto público, a la visita de todo el país.

Los legisladores venían insistiendo desde el año anterior en ajustar sus dietas, pero nadie quería tomar la iniciativa a viva voz para no quedar expuesto ante la opinión pública. En 2005 avanzaron nuevamente y se toparon con la negativa del por entonces presidente del cuerpo, Marcelo Lima, quien sostenía que no era oportuno. El vicegobernador condicionó el aumento a que se lo pidieran por escrito y fue así que la mayoría de los diputados firmó y el 22 de abril salió el decreto concediendo una suma adicional de 1.600 pesos.

La movida generó un pila de críticas, lo que llevó a José Luis Gioja a tallar en el asunto. Apenas seis días después, tras reunirse con Lima y el presidente del bloque PJ, Daniel Tomas, convenció a los diputados de dar marcha atrás. De inmediato, el vicegobernador sacó otro decreto invalidando el anterior.

Cuando parecía que las aguas comenzaban a calmarse, Kirchner encendió nuevamente la llama. El 29 de abril, en un acto en la Casa Rosada y con Gioja a su lado (foto), disparó: +Esta Argentina tiene que tener recato y memoria, no puede ser que con tanto esfuerzo, tanto trabajo que estamos haciendo, otra vez vuelvan a existir actitudes que el pueblo repudie. Lo que pasó en la Cámara de Diputados de San Juan no debe pasar en ningún lado del país+. Y además de apoyar al Gobernador, le agradeció +el paso atrás+.

Esas palabras causaron indignación hasta en los diputados de sus propias filas. Entendieron que fueron maltratados y escrachados nacionalmente. Desde la oposición, el radical Mario Capello contraatacó con munición gruesa. Tras reconocer que la suba de las dietas fue +un error político+ y avalar la marcha atrás, lo acusó de ocultar el destino de los fondos de las regalías petroleras. En medio de un clima tenso, algunos oficialistas hablaron de una posible ruptura en el bloque y sobrevoló la idea de que Gioja le pidiera a Kirchner un pronunciamiento público que les permita lavar la imagen. A pesar de las broncas internas, nada de eso pasó.