El candidato a presidente por Compromiso Federal, Alberto Rodríguez Saá, apostó por una campaña electoral signada por el humor y por llamar la atención de los electores con slogans breves o bien a través de la oferta de una vivienda o internet gratis en todo el país.
En sus presentaciones públicas tomó distancia de lo hecho por la gestión kirchnerista y se dedicó a confrontar con los candidatos presidenciales Hermes Binner (gobernador de Santa Fe) y Eduardo Duhalde o divulgar el buen momento por el que atraviesa San Luis en materia social y productiva. Con cinco fotografías logró sintetizar su relación con el peronista Francisco de Narváez, a quien eligió apoyar en la búsqueda del incrementar su llegada al voto peronista en el principal distrito del país, la provincia de Buenos Aires.
Rodríguez Saá aceptó la apuesta de su equipo de reemplazar la típica campaña electoral que realizó en las primarias, donde obtuvo un 7,5 por ciento, por acciones barriales y un mayor contacto cara a cara con vecinos. El candidato puntano también optó personalmente por modificar su imagen para mejorar su piso electoral, y avanzar con nuevos spots publicitarios marcados por la luminosidad, el blanco en su vestimenta y el empleo de slogans cortos y contundentes, donde ofrece viviendas a 90 pesos mensuales e internet gratis en caso de acceder a la Casa Rosada.
Así dejó los actos de 500 o mil personas, conformados en su mayoría por militantes, por la búsqueda de electores desalentados por otros espacios, o mover el interés de aquellos que en las internas votaron en blanco o directamente no participaron de los comicios.
Jingles como el del grupo bailantero ‘Los Wachiturros‘, que proponía que ‘El Alberto pinta bien‘, fueron reemplazados por la voz de sus más próximos colaboradores, que en sus publicidades corearon su apellido como llamado a votar por el puntano.
En las calles de Buenos Aires, se dejaron ver volantes de Compromiso Federal con la frase humorística: ‘si vivís con tu suegra, votalo al Alberto‘. Tras las primarias, Rodríguez Saá puso a rodar una veintena de micros ploteados con sus viejos colores naranja para recorrer los pueblos del interior y el Gran Buenos Aires, y repartir folletería y hasta ’formularios para solicitar una casa’ en caso de una victoria de Compromiso Federal. El dos veces gobernador de San Luis buscó imponer su imagen como ’buen administrador’ en una de las provincias más pujantes y con los mejores índice sociales del país. ‘Soy un negro que mete la pata en el barro‘, supo repetir a lo largo de su campaña presidencial y en especial, junto a De Narváez, al pie de una cloaca a cielo abierto en territorio bonaerense.
Así comenzó a esquivar los actos y accedió a invitaciones tales como las cursadas por las hinchadas de Ferro y Atlanta, cuando ambos equipos jugaron, respectivamente, con River Plate en el Nuevo Gasómetro. Para expresar su malestar con la falta de desarrollo social que presenta el área metropolitana, Rodríguez Saá decidió sobrevolar en helicóptero la cuenta del Riachuelo y recorrer con Francisco de Narváez la Villa Caraza, en Lanús. La situación que ofrecen los asentamientos de emergencia sirvió como eje de sus críticas a la gestión del kirchnerismo, de Hermes Binner, en Santa Fe, o de Eduardo Duhalde, a quien recomendó leer ‘Alicia en el País de las Maravillas‘.
Fuente: Agencia DyN

