El intendente de Caucete, Julián Gil,  volvió al Concejo Deliberante para dar explicaciones en el marco de una interpelación. Los ediles opositores apuntaron sus cañones contra el manejo de los recursos del municipio y los fondos de coparticipación que recibe. La crítica gira sobre una deficiente administración, que ha provocado que los empleados de planta permanente, contratados y de planes laborales perciban sus ingresos atrasados.

La primera vez que el jefe comunal fue a rendir cuentas al cuerpo legislativo fue en 2016, por su presunta vinculación con un supuesto estafador.

El jefe comunal justificó el retaro en los sueldos criticando la Ley de coparticipación municipal al afirmar que el incremento del 34% fue licuado por la inflación. 

"Afinen el lápiz, administren mejor, hay gastos corrientes enormes", manifestó la concejal Romina Rosas al tiempo que le retrucó a Gil haber trabajado el proyecto justo al secretario de Hacienda del municipio y no haber tenido la previsibilidad correspondiente. 

Gil informó que pidió un préstamos que destinará a un fondo para eventuales contingencias, entre ellas pagar sueldos. Sin embargo, tiempo después dijo que el municipio recibirá fondos que le permitirán hacer frente al pago de sueldos y servicios en los meses venideros. Pese a los intentos de los opositores, no aclaró el origen, monto y fecha de ingreso de ese dinero.