No fue un acto abierto y masivo como en principio se creía, aunque hubo un ininterrumpido peregrinaje de militantes, vecinos, curiosos y turistas por el mausoleo que aprovecharon para llevarse un recuerdo con videos y fotos. Así se vivió ayer en Santa Cruz el homenaje al cumplirse tres meses del fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner. Y como no podía ser de otra manera, su esposa, la presidenta Cristina Fernández , dijo presente.

La mandataria, siempre con su atuendo de luto, pasó por el Cementerio Municipal de Río Gallegos para encabezar una ceremonia íntima. Cristina llegó a las 17.30 acompañada por su hijo Máximo Kirchner y su novia, Rocío García, con quienes participó de una misa y dejó un ramo de flores en la bóveda donde yacen los restos del ex presidente.

Cristina visitó además el lugar donde se construirá el mausoleo que recordará al ex presidente, cuya obra concluirá en octubre, antes de que se cumpla un año de la muerte de Néstor Kirchner.

Entre quienes pudieron ingresar al cementerio y acompañar a Cristina en la caminata se contó a familiares, amigos y un reducido grupo de militantes, sin presencia de periodistas ni de cámaras de foto y video.

En las afueras del cementerio esperaban militantes que mostraban su emoción, como Jorge Ariel Vargas, jubilado residente en Río Grande, Tierra del Fuego, quien lloraba al exhibir la foto en donde se lo veía junto a Cristina: "No soy peronista, soy kirchnerista", decía entre lágrimas.

Sin hacer declaraciones a la prensa que esperaba fuera del cementerio, la presidenta se retiró del lugar, saludada a la distancia por los militantes que se acercaron al cementerio Municipal con pancartas y escritos que recuerdan al ex presidente.

La jefa de Estado permaneció hasta las 18.45 en el cementerio y al salir saludó y se sacó fotos con quienes se acercaron para recordar a Kirchner.

Fernández, que desde que falleció Kirchner el pasado 27 de octubre, a los 60 años, mantiene rigurosamente el luto en su vestimenta, estará en todo momento arropada por sus dos hijos, Máximo, de 33 años, y Florencia, de 20.

Los restos de Kirchner, quien hasta su muerte ejercía como secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y jefe del gobernante Partido Justicialista (PJ, peronista), descansan en el cementerio de Río Gallegos, ciudad en la que nació y en la que gestó su carrera política. La primera mandataria continuará hoy con su actividad oficial, al inaugurar una planta potabilizadora de agua en El Calafate. Cristina Fernández decidió homenajear a Kirchner a través de una ceremonia íntima y una misa, mientras que una veintena de personas se agruparon cerca del cementerio para dejar cartas y demás objetos en honor al ex mandatario.