Afuera. Al reducir la cantidad de expropiaciones de inmuebles en el nuevo proyecto, no se tendrá en cuenta una parte del predio de la bodega Fabril Alto Verde, explicaron en Vialidad. También quedaron afuera 115 viviendas.


En Vialidad Nacional vienen ajustando el proyecto de transformación en autopista del tramo de la Ruta 40 Sur, que va de Calle 8 hasta Cochagual, para dejar todo listo de cara a la licitación, posiblemente, en el segundo semestre de este año. En esa tarea, el personal técnico bajó de 350 a 250 las expropiaciones de inmuebles en los 26 kilómetros del trayecto. Así, se pasó de 50 a 30 hectáreas, es decir, un achicamiento del 40 por ciento. De esa manera, se evitó la expropiación de 115 viviendas, parte del predio de una bodega, de una escuela y hasta de una capilla, explicó Jorge Deiana, jefe de la delegación local de la repartición. En ese marco, el Estado nacional se ahorra todo el proceso que implica la adquisición y compra de propiedades a particulares, aunque la ingeniería para reducir las expropiaciones tiene su costo en la concreción de la obra. No obstante, la expectativa es abaratar los gastos y reducir el impacto que conlleva tal posesión de terrenos, sobre todo si en ellos hay construcciones destinadas a la vivienda familiar.

La ampliación de la Ruta 40 Sur va camino a retomar su ritmo en los tramos denominados II y III (ver infografía), luego del inicio de obra que encaró la empresa mendocina Green, la que enfrentó problemas económicos y, luego, paralizó los trabajos, para finalizar con una tortuosa rescisión del contrato. La parte de Tres Esquinas a Cochagual, en Sarmiento (el sector II) se prevé licitar en este trimestre, con una inversión estimada en 7.200 millones de pesos. En esa zona se están terminando de expropiar 54 propiedades.

El proceso expropiatorio consiste en la declaración de utilidad pública de uno o varios inmuebles por parte del Estado para hacer desde rutas o escuelas, entre otros fines. Para ello, el Tribunal de Tasaciones (en este caso, el de la Nación) valúa el terreno y fija un precio para el dueño. Si este lo acepta, percibe un 10 por ciento más. Si no, el Estado deposita el monto oficial, toma posesión de la propiedad y el particular puede pelear en la Justicia un monto mayor.

El tramo III es el que recién tiene un guiño del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para su financiamiento. Es el que cuenta con una mayor urbanización, dado que abarca la zona de ingreso a Villa Aberastain y Carpintería, en Pocito. En los 26 kilómetros de recorrido, el proyecto original contemplaba la expropiación de 350 inmuebles. Sin embargo, en Vialidad Nacional apuntaron a bajar ese número. Así, Deiana explicó que se levantará la Ruta 40 por sobre vías provinciales (formando cruces a desnivel en Calle 11, 14 y Anacleto Gil) y en otros sectores. Al elevar la ruta nacional, se harán taludes verticales y se pondrá un muro de tierra armada, por lo que el ancho en la zona de colectoras es menor, sumado a que estos caminos irán pegados a los muros. De esa forma, se achica el terreno a utilizar y, por ende, se harán menos expropiaciones.

El jefe local de Vialidad destacó que así habrá 100 expropiaciones menos y una reducción de 20 hectáreas. Además, precisó que el proyecto original contemplaba la expropiación de 167 viviendas y que, con las modificaciones, sólo se harán 52. También resaltó que, con los retoques al proyecto, quedaron afuera cuatro pozos de agua y parte del terreno de una escuela en Carpintería, de la bodega Fabril Alto Verde, de una báscula y de una capilla (la que figura en esa zona es la de Nuestra Señora del Tulum, en el Cerrillo). Asimismo, indicó que estaban previstas las expropiaciones de seis reservorios de agua, pero la cantidad se bajó a dos. No fue lo único, ya que se habían contabilizado seis piletas privadas y se expropiarán tres, mientras que, de los 11 galpones estipulados, se impactarán en cinco, contó Deiana.

Aún no está el cálculo del ahorro en dinero al evitar un total de 100 expropiaciones porque el Tribunal de Tasaciones no ha hecho la evaluación. Sin embargo, para tener un parámetro, una casa del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) cuesta unos 6 millones de pesos. Así, como no se expropiarán 115 viviendas, se esquivará el pago de casi 700 millones de pesos. No obstante, el jefe de Vialidad explicó que el hecho de hacer los terraplenes verticales y los muros tiene un costo elevado, por lo que en el balance final del proyecto se verá el resultado de ese aspecto.