La asamblea ordinaria del Sindicato de Empleados de Comercio, en la que se analizaba el ejercicio anual y el balance del gremio, fue el escenario de acusaciones cruzadas entre el secretario general y actual diputado provincial, Raúl Ávila, y el ex tesorero, Jorge Córdoba.

Este último destacó que Ávila estaba al tanto de las irregularidades que hubo en el balance 2010-2011, en el que señala un faltante de 120 mil pesos, mientras que el titular del sindicato respondió que el documento fue aprobado por la Comisión Revisora de cuentas. A su vez, el secretario general le retrucó a Córdoba que había entregado, sin autorización, cuantiosos préstamos a sus amigos.

En el medio de los dardos, un grupo de afiliados de ambos sectores se trenzaron en una dura discusión que incluyó insultos y empujones. La disputa se calmó luego de que la policía que estaba en el recinto del SEC controlara a los más exaltados. Al cierre de esta edición, tanto Ávila como Córdoba seguían enfrentándose verbalmente.

La disputa entre ambos es leída como la interna que se perfila para las elecciones en el sindicato del próximo año.

PELEA GREMIAL
El SEC arrastra un antecedente polémico. En la elección de autoridades en 2004, la lista de Ávila obtuvo la victoria por cuatro votos de diferencia sobre su rival. Pero los comicios fueron anulados debido a irregularidades, como la falta de firmas de las autoridades de una mesa en una de las planillas y la existencia de una urna con 130 votos pero con 124 sobres.

Tras la anulación, Ávila se impuso en la nueva elección y fue reelecto en 2008.

De cara a las elecciones del año que viene, Córdoba, que cumplía la función de tesorero, indicó que fue desplazado del gremio y que sufrió persecuciones y hostigamiento por pedir que se investigue el balance 2010 - 2011 y señaló que había faltantes cercanos a los 120 mil pesos.

Durante la asamblea ordinaria, Ávila resaltó que el balance fue aprobado por la Comisión Revisora de cuentas. Durante esa explicación, el actual diputado por el Frente para la Victoria aprovechó para asegurar que el ex tesorero realizaba préstamos (dio un ejemplo de 20 mil pesos) sin su autorización y que iban destinados a sus allegados.