En la segunda audiencia del juicio contra la exconcejal de Rivadavia, Juana Guerrero, acusada de apoderarse de dinero destinado a ayudas sociales, comenzaron a salir a la luz las irregularidades en el manejo de las planillas de los fondos. Ayer declaró Joaquín Aguilera, jefe de despacho del municipio en 2002, quien dijo que certificó las fotocopias de las planillas originales en las que constaba a quien estaban dirigidas las ayudas sociales del Concejo Deliberante. El testigo dijo que luego “alguien cambió” esos documentos. Según las pericias, las fotocopias no coincidían con las del expediente original.