Buenos Aires, 24 de noviembre.- El jefe del bloque de senadores
radicales, Ernesto Sanz, insistió hoy en reclamar para la oposición la presidencia de la Cámara de Diputados a partir del 10 de diciembre, al denunciar que el "oficialismo tiene muy pocas ganas de hacer funcionar el Congreso" y "tratará de obstaculizar" todas las leyes que impulsen sus adversarios políticos.

Asimismo, apuntó contra los dichos del titular de la bancada
de diputados kirchneristas, Agustín Rossi, sobre la posibilidad de
que el Ejecutivo use el veto presidencial en leyes que la
oposición intente aprobar sin consenso del oficialismo, y replicó que "nosotros desde hace tiempo venimos aguantándonos la agenda unilateral del Gobierno".

"Con la misma vara que utiliza Rossi para hablar de no imponer
agendas unilaterales, entonces que el Gobierno no imponga su
propia agenda unilateral", reaccionó Sanz.

En declaraciones a radio Continental, el legislador radical
volvió a sumar su voz en la polémica sobre qué fuerza política
ocupará la titularidad de la Cámara baja, a partir del 10 de diciembre.

Días atrás, el jefe de la bancada de diputados oficialistas,
Agustín Rossi, sostuvo que violar la tradición y sacarle a la
primera minoría la presidencia de la Cámara de Diputados "sería una barbaridad institucional, un zarpazo institucional altamente
gravoso".

Esta mañana, Sanz respondió que "hay una tradición mucho más
fuerte que es que las instituciones deben ser sanas y fuertes,
democráticas y republicanas".

En tal sentido, alertó: "Si a mí la oposición en su conjunto
me garantiza que las autoridades de las cámaras elegidas por la
oposición van a ser funcionar el Congreso como corresponde, a partir del 10 de diciembre, no hay tradición más fuerte que ésa".

El senador insistió: "Yo me quedo con la tradición más potente
de que quien sea autoridad haga funcionar el Congreso porque
tengo para mí que el oficialismo tiene muy pocas ganas de hacer
funcionar el Congreso después del 10 de diciembre".

El jefe de los senadores radicales evaluó que, por el
contrario, el oficialismo "tratará de obstaculizar todo lo que se pueda para que no salgan leyes que no vayan en línea con lo que piensa el Poder Ejecutivo".

Sobre este punto y las advertencias de Rossi acerca de la
posibilidad de un veto presidencial a partir del funcionamiento del
nuevo Parlamento, Sanz insistió en poner un manto de sospecha sobre la actitud del oficialismo.

"Para muestra basta un botón: esta semana vamos a discutir en
el Senado nada más ni nada menos lo que se ha denominado la
reforma política -que para mí es un título que le cae muy grande porque es simplemente una reforma electoral-", señaló.

Empero, continuó, "más allá de esto esta reforma debería
contar con el consenso de los partidos políticos y resulta que el único partido que la votó en Diputados ha sido el Frente para la
Victoria".