Argentina vivió ayer una jornada electoral que quedará para siempre en la historia ya que por primera vez, desde la reforma constitucional de 1994, habrá que votar en una segunda vuelta para saber quién será el sucesor de Cristina Fernández en la Presidencia de la Nación.
A este duelo están citados el 22 de noviembre próximo el candidato del oficialista Frente para la Victoria (FPV), Daniel Scioli y el candidato del frente Cambiemos, Mauricio Macri, que se metió en el balotaje de la mano de María Eugenia Vidal. La candidata a gobernadora por la provincia de Buenos Aires realizó una elección histórica teniendo en cuenta que esta era la primera incursión del PRO en territorio bonaerense, feudo del PJ, así selló la suerte del frente entre macristas y radicales que sueñan con llegar a la Casa Rosada.
Vidal ganaba anoche por 5 puntos la elección al candidato K, Aníbal Fernández, y se convertía en la primera mujer en alcanzar la Gobernación de Buenos Aires.
Si bien el candidato del kirchnerismo, Daniel Scioli fue el vencedor de los comicios, fue con susto, lejos de los casi 10 puntos que vaticinaban las encuestas. Por ende, se voló su sueño de ganar en primera vuelta y le dio una vida nueva a Macri. Con el 80,84% de las mesas escrutadas, Scioli cosechaba el 35,52% de los votos contra el 35,43 de Macri.
Según los artículos 97 y 98 de la Constitución Nacional, en Argentina es necesario superar el 45% de los votos o alcanzar el 40% con diez puntos de diferencia sobre su más inmediato rival para ganar de manera directa, de lo contrario deben ir a una segunda vuelta los dos más votados.
Tercero quedó el candidato de Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), Sergio Massa, que vio disminuido su capital electoral territorial aunque sumó el 21% de los votos. Igual, el tigrense se convertirá en el árbitro del balotaje.
Si bien todos estaban preparados para una larga jornada electoral por lo ‘finito’ del resultado que planteaban las encuestas, la incógnita y el suspenso por el escrutinio fue más allá de todos los pronósticos. Seis horas después del cierre de los comicios el Correo Argentino aún no cargaba ningún dato oficial. Sin embargo, a las 18,30 desde el búnker de Cambiemos en Costa Salguero, los jefes de campaña de Macri ya aseguraban que habría balotaje. Pero fue el propio Daniel Scioli el que a las 21:50, desde su búnker en el estadio Luna Park, y de manera implícita, reconocía que habría que volver a las urnas.
Sin demasiado entusiasmo el gobernador bonaerense celebró ‘una nueva victoria‘ y afirmó que el compromiso del FPV es con ‘los trabajadores, los humildes y la clase media‘
El de Scioli fue un claro discurso de campaña: ‘hace falta mucha experiencia y no experimentos riesgosos‘, dijo y pidió dar ‘un paso firme hacia adelante y no un salto al vacío‘. Convocó a los peronistas, a los indecisos a los independientes a sumarse a su proyecto presidencial y renovó sus promesas de campaña de ‘tierra, techo y trabajo’. Hasta volvió a prometer la exención de impuestos a las Ganancias para los que ganen menos de 30 mil pesos‘. Una hora después fue Macri quien desató la euforia en el búnker de Cambiemos. ‘Lo que ha sucedido el día de hoy, cambia la política de este país‘.
‘Esto que está pasando acá se extiende por todo el país‘, afirmó Macri, recibido con una ovación por los militantes al grito de ‘Se siente, Mauricio presidente‘Argentina…, Argentina…

