Los ríos cordilleranos, desde la provincia de San Juan hacia el Sur argentino se verán reducidos significativamente en su caudal en un futuro no muy lejano, debido a que está nevando cada vez menos en la cordillera como consecuencia de los efectos del cambio climático y el calentamiento global. Ante ese escenario, los expertos advierten que habrá que enfrentar cambios urgentes en las formas de producir, de regar y en la expansión urbana. Esas fueron las primeras conclusiones del Congreso de Cambio Climático, Vitivinicultura y Recursos Hídricos, que se inició ayer en el Centro de Congresos de la capital mendocina, con la participación de científicos y técnicos del país y del exterior, provenientes estos últimos de Estados Unidos, Brasil, Chile, Francia y Alemania.

El encuentro -que en su apertura mostró un salón de Congresos repleto por especialistas, productores sanjuaninos y mendocinos y docentes universitarios- fue organizado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura, el ministerio de Medio Ambiente mendocino, la Universidad Nacional de Cuyo, la Coviar y el INTA.

En su apertura contó con un exhaustivo informe sobre la evolución del clima en el continente en el último siglo, del doctor Ricardo Villalba, director del Cricyt (Conicet) e integrante del grupo de especialistas que obtuvo el Premio Nobel en 2006, junto con el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, por sus estudios sobre el avance del calentamiento global a consecuencia del gas que llega a la atmósfera producto del intenso consumo de combustibles fósiles.

Replantear el riego

Para el experto del Cricyt el estudio meticuloso de los registros de lluvias, nevadas y caudales de los ríos cordilleranos en el Centro Oeste del país, "sobre todo desde el río San Juan hacia el Sur muestran una clara tendencia a la baja en las precipitaciones níveas en las altas cuencas de la montaña, lo cual es grave porque el caudal de nuestros ríos depende esencialmente de las nevadas del invierno y del aporte de los glaciares, actualmente en una vertiginosa retracción".

Villalba Mostró mediciones del último siglo, con particular énfasis en las crisis de precipitaciones en 1968, 1088 y 1998, corroborando además la reducción de la masa de los glaciares con fotografías contrastadas (1934-2007) del glaciar del Plomo, del Gussfeld, del Vacas y del Humo, que desnudan una impresionante disminución de sus masas heladas.

"Cuando merman las nevadas, el que abastece el río de montaña es el glaciar, que hoy está en franco retroceso", insistió Villalba. "Queda un solo y vital camino para afrontar el futuro: Tenemos que mejorar rotundamente el uso eficiente del agua escasa y estudiar rápidamente métodos para acondicionar nuestros cultivos y las estrategias económicas a los cambios climáticos que acentuará el calentamiento global", afirmó el científico.

En este sentido, insistió en que "si el agua para riego agrícola consume el 80% de nuestros ríos, tendremos que replantearnos todos los métodos de riego, embalsando, canalizando, entubando y regando por goteo o por aspersión, de manera de gastar la mitad o menos de lo que actualmente derrochamos por riego de inundación como hace centurias".

Y aconsejó que en las ciudades "deberemos racionalizar el uso, evitar la contaminación e incentivar la depuración de las aguas servidas".

El Congreso continuará hoy con la exposición de científicos, investigadores y técnicos del país, de Brasil, de Francia, de Chile y de Alemania.