Lejos de terminarse, el debate por la conflictiva salida de ATSA a la CGT se profundiza cada vez más y la interna sindical en la provincia está que arde. El líder de la central obrera, Eduardo Cabello, aseguró que el sindicato sanitarista debería irse también a las 62 Organizaciones, la institución que actúa como brazo político de los gremios. El titular de ATSA, Alfredo Duarte, aseguró que "está loco" y que "no es nadie para pedirme que me vaya".
La CGT viene de sufrir en diciembre su primer quiebre desde que fue normalizada. Fue cuando ATSA, que nuclea a los trabajadores de la sanidad, decidió pegar el portazo por el supuesto escándalo que se vivió en la cena de fin de año. Duarte denunció que con la arenga de Cabello, Gabriel Pacheco, de UPCN, lo encaró y le quiso pegar, aunque éste último negó que el hecho haya existido.
Lo cierto es que la ida de ATSA fue la consecuencia de una larga serie de diferencias políticas internas, que ayer quedaron más en evidencia. Cabello opinó que "si Duarte se fue, no puede seguir en las 62 Organizaciones porque forman parte de la CGT". Segundos después, intentó bajar el tono de la disputa y dijo: "ya vamos a ver, hay que dejar pasar enero, hay que dejar pasar el calor para ver si todo se enfría y se solucionan las cosas".
Duarte es el segundo de las 62 Organizaciones, detrás de Juan José Chica, y no dudó en su continuidad. En dirección a Cabello, sostuvo que "está loco, no tiene nada que ver lo que está diciendo, yo ni loco me muevo de donde estoy, porque no corresponde".
La disputa es por una cuota de poder en una entidad histórica del PJ. Las 62 Organizaciones nacieron con el impulso de Perón, como un espacio de política partidaria para los gremios justicialistas. Desde ahí, por ejemplo, los sindicatos negocian participación en las listas de candidatos en cada elección.
Las diferencias entre Cabello y Duarte vienen de 2008. Cuando la mayoría de los gremios proponía la normalización de CGT, el líder de la sanidad apoyó a Julio César Godoy, que quería seguir sin pasar por elecciones. A Duarte le endilgan también negociar su propia candidatura a diputado nacional en 2009 sin consultar con los otros gremios.
Ayer, el líder de la central obrera desmintió haber incentivado el incidente de fin de año (Ver aparte) y encendió una llama más: "espero que Duarte no esté respondiendo a nadie que quiera dividir a los trabajadores", dijo sin dar nombres. El titular de la sanidad le contestó que "me parece que se equivocó de Iglesia", en referencia a la tarea de pastor que cumple Cabello.