La siembra de nubes en forma artificial para provocar mas lluvias y mitigar la sequía no será probada todavía en San Juan, al menos no en la temporada invernal que se aproxima. Es que las autoridades de Hidráulica consideran que aún no están evaluados los beneficios que se obtienen para los costos que demanda encarar semejante programa, según informó el titular de Hidráulica, Jorge Millón.
‘’Estas cosas no son de un año para otro, hay que hacer varios años de estudios, y determinar muy bien los lugares donde instalar la red de equipos para tener beneficios. Estamos hablando de zonas inhóspitas, tan inaccesibles que no podemos ir después de una tormenta y medir el resultado. Hay que esperar que pase todo el período invernal para tener resultados’’, explicó. Agregó que ‘’los estudios indican que ha mejorado un 10% la tormenta producida en donde pusieron estos elementos, pero para ese porcentaje la inversión no es menor, entonces hay que ver la ecuación costo-beneficio’’.
El método de sembrar nubes -que se usa desde hace hace varias temporadas en la IV y V Región de Chile para paliar la sequía- fue un anuncio que le hizo el gobernador Gioja en septiembre del año pasado a los regantes (ver foto) que realizaban protestas reclamando la emergencia hídrica y medidas oficiales para salir de la crisis hídrica de 3 temporadas seguidas. Ayer, Gioja dijo que el método ‘’se seguirá evaluando, no es que esté descartado, pero hay que estudiarlo muy bien’’.
En tanto Chile la semana pasada dio inicio oficial a la temporada 2013 del programa de siembra de nubes (ver aparte). Según Millón, la instalación de los equipos que disparan cápsulas de yoduro de plata para estimular las lluvias no es fácil en San Juan por la ubicación: ‘’deben estar instalados en la frontera, y operadas ante la proximidad de existencia de una tormenta, con lo cual hay que tener todo un sistema de monitoreo satelital para saber cuándo activarlos, y el resultado tiene incertidumbres’’. Agregó que cada uno de esos disparadores de siembra de nubes tiene un área de influencia de unos 5 kilómetros cuadrados, para zonas de nuestra provincia donde tenemos 15.000 kilómetros cuadrados. Eso hace que haya que elegir muy bien los puntos para instalarlos y recién comprobar si realmente esto es efectivo o no’’. Si bien la provincia no pidió un presupuesto exacto del costo de instalación y operación del equipo (hay una empresa que lo aplica exitosamente en Chile), estudios preliminares ubican el costo del sistema en unos U$S 900 mil por campaña.