La imagen como juez de Héctor Rollán, titular del 1er Juzgado Civil, continúa en decadencia en Tribunales. A la queja formal por malos tratos que presentó el año pasado un abogado ante la Corte de Justicia, se sumaron otras en los pasillos del edificio 25 de Mayo. Quien hizo la presentación inicial fue Nicolás Fiorentino, mientras que el resto prefirió mantenerse en el anonimato ya que, según expresaron, todavía tienen causas ante el magistrado y no quieren que una opinión abierta perjudique el avance del expediente. La acusación se centra en el modo, vulgar dicen, en el que Rollán se dirige a quienes participan de las audiencias que lleva adelante, incluso, hacia los testigos. Además, las fuentes indicaron que en algunas ocasiones raya lo ilegal, ya que ejerce presión para llegar a una conciliación o para beneficiar a una de las partes.

Fiorentino recordó que su caso fue resonante, ya que se vivió "una situación violenta y agresiva, al punto que yo también me violenté producto de la circunstancia". Explicó que en una audiencia "Rollán comenzó a hablar con un léxico más bajo que vulgar y lo ví inclinado a presionar a la persona a la que yo estaba asistiendo, tendiente a que accediera a las pretensiones de las otra parte, incluso fuera del reclamo". El abogado no quiso dar cuenta de las palabras que utilizó el magistrado, pero fuentes calificadas indicaron que fueron de tono muy elevado como "no me hinches los h....". Fiorentino explicó que tras el episodio se retiró de la audiencia, hizo una presentación ante la Corte y que luego lo recusó para que deje de intervenir en ese expediente. "Lo que me llamó la atención es que negó todo lo sucedido. Eso dejó mucho que desear. Él, como juez, debe hacerse cargo de lo que dice". Por otra parte, del escrito que presentó ante las autoridades, fuentes oficiales indicaron que la Corte resolvió no emitir opinión, debido a que el expediente podría llegar al máximo tribunal a través de las distintas apelaciones. Si eso ocurriera, los cortistas podrían intervenir revirtiendo el fallo y hasta sancionando al magistrado.

A su vez, el abogado indicó que "colegas me han comentado que saben que esta persona se maneja así y que han experimentado situaciones similares".

Una de las fuentes sostuvo que, recientemente, en una audiencia en el sistema oral, Rollán direccionó las declaraciones de un testigo para beneficiar "claramente" a una de las partes, lo que implicaría que el magistrado del primero Civil rompió el principio de imparcialidad. De ser así, podría ser denunciado ante el Jury y de ser encontrado culpable sería destituido, tal como ocurrió en 1997 con Carlos Reinoso, juez de Instrucción, que fue filmado en una cámara oculta tratando de extorsionar a un abogado.

Las denuncias por malos tratos contra Rollán no sería lo único, ya que, además, fuentes calificadas indicaron que tiene por costumbre hacer notificaciones vía Whatsapp, medida que de no ser extrema y que no quede plasmada en el expediente, iría en contra de lo que dispone la Corte de Justicia para las notificaciones electrónicas.