Las tres denuncias penales que aún quedan en pie contra la jueza del escándalo de las expropiaciones, María Inés Rosselot, no tuvieron repercusión en el Ministerio Público. La fiscal Silvina Gerarduzzi pidió que pasen a archivo por entender que en ningún caso hay delito y si el titular del Juzgado de Instrucción Nº 4 consiente esa opinión, la dura arremetida judicial contra la magistrada quedará en la nada.

Según fuentes judiciales, la fiscal sostiene en su dictamen que en las circunstancias que fueron denunciadas no se da el tipo penal, es decir que no hay elementos que indiquen que Rosselot cometió un delito. El que tiene la última palabra es el juez de Instrucción Nº 4, Maximiliano Blejman. Si coincide con el criterio de Gerarduzzi, ordenará que las actuaciones pasen a archivo. De lo contrario, si tiene dudas, debe pedir la intervención del fiscal de Cámara y la posibilidad de abrir la investigación seguiría latente.

De todos modos, los antecedentes juegan a favor de Rosselot. En Tribunales coinciden en remarcar que cuando el fiscal no requiere que se abra la investigación, generalmente, el magistrado de la causa rechaza la denuncia.

Rosselot hace más de 2 años que investiga el escándalo de los juicios de expropiaciones y viene de procesar a 11 de los 12 implicados (la excepción es el abogado Horacio Alday, que siguen sin presentarse en la Justicia). Los sospechosos y su entorno respondieron con una lluvia de denuncias en dirección a la magistrada.

Las tres que están bajo la órbita de Blejman fueron promovidas por la esposa de Alday, por el abogado del mismo y por Santiago Graffigna, procesado como organizador de la presunta asociación ilícita que sobrevaluó el precio de los inmuebles para sacarle millones de pesos de más al Estado. La mujer la denunció por prevaricato (resolver basándose en pruebas falsas), el letrado por sustracción de pruebas y el sospechoso de encabezar la supuesta red delictiva también la acusa de prevaricato.

Antes, la exjueza Rosalba Marún, otra de las procesadas en la llamada megacausa, había denunciado a Rosselot ante el titular del Juzgado de Instrucción Nº 1, Benito Ortiz, por prevaricato y privación ilegítima de la libertad agravada. Pero no prosperó, porque tanto el magistrado como la fiscal Teresa Ravetti consideraron que no hubo ninguna conducta delictiva.

Por otra parte, Rosselot viene de zafar de un Jury. Marún pidió su destitución, pero el Jurado de Enjuiciamiento lo desestimó in limine por unanimidad.