La presidenta Cristina Fernández de Kirchner le propuso ayer a Irán que "elija en común acuerdo un tercer país" para llevar a cabo un juicio por el atentado terrorista a la AMIA, ocurrido en 1994, que causó la muerte de 85 personas y más de 300 heridos, y cuya responsabilidad se le atribuye a funcionarios de esa república islámica.
En su discurso ante la 65 Asamblea General de las Naciones Unidas, Fernández de Kirchner señaló que como Irán "no confía en la Justicia argentina" y por tanto supone que no habrá "neutralidad", se le propone "un tercer país con las garantías del debido proceso", y advirtió que ello permitirá "terminar con las excusas, con las coartadas" para que los funcionarios iraníes sospechados se presenten en la Justicia. Dicho juicio, según propuso la presidenta argentina, se realizaría "con la participación de observadores internacionales y delegados de la ONU" para poder esclarecer "un terrible atentado como fue el de la AMIA".
La mandataria realizó la propuesta ante el titular de la DAIA, Aldo Donzis, y de familiares de víctimas de los atentados, que acompañaron a la comitiva argentina que se encuentra en Nueva York.
La mandataria argentina fue la primera oradora de la segunda jornada de discursos en el recinto de la ONU y pronunció un discurso de 24 minutos, donde insistió con el reclamo sobre la soberanía de las Islas Malvinas, defendió el uso de las reservas monetarias para el pago de deuda externa, y pidió reformular los organismos de crédito internacionales. Pero el punto central de la alocución fue su propuesta de pautar un tercer país imparcial donde se realice el juicio por el atentado contra la AMIA, que remarcó tiene "antecedentes internacionales" y subrayó que la Argentina "no busca culpables, sino que lo único que demanda es justicia y si alguien cometió un delito sea castigado". La mandataria igualmente aseguró que "somos un país de amplitud que garantiza la igualdad para todos los ciudadanos del mundo" y recordó que el esquema "no es una construcción caprichosa o fantasiosa" sino que "tiene antecedentes a nivel mundial de un juicio desarrollado, el de Lockerbie", por el atentado contra un avión de Pan Am sucedido el 21 de diciembre de 1988, en Escocia, que costó la vida a 270 personas.
Cristina recordó que en 2007, el entonces presidente Néstor Kirchner solicitó a Irán desde la Asamblea de la ONU, que "accediera a la extradición de aquellos ciudadanos iraníes que habían sido acusados por la justicia argentina de haber participado en la perpetración de tan horrible crimen" y que ella misma durante las asambleas de 2008 y 2009 reiteró el reclamo, según admitió "sin mayores resultados". Pese a la propuesta de una tercera nación, la mandataria aseguró que Argentina "es un país líder en materia de respeto a los derechos humanos y de ejercicio de justicia para quienes cometen crímenes contra la humanidad, y tenemos un sistema que garantiza el debido proceso y la defensa en juicio". La mandataria además señaló la "autoridad" que tiene Argentina "por haber sido víctima y objetivo de organizaciones del terrorismo internacional" al recordar la voladura de la embajada israelí (1992) y la sede de AMIA (1994). "Yo no voy a volver a reclamar por cuarta vez, lo que evidentemente no va a tener ningún resultado, advirtió la presidenta.
Finalmente, aclaró que ante el foro internacional que lo de AMIA "no lo consideramos un atentado a una comunidad, a una religión, para nosotros es un atentado para todos los argentinos" y destacó que el país pudo "festejar el año judío junto a la colectividad judía, y también festejar en el Centro Islámico con la comunidad árabe, el fin del Ramadam".

