Mañana, a las 20.30, la sede del PJ será el escenario del primer encuentro partidario en el que empezará a discutirse una histórica renovación, luego de la derrota electoral ante Marcelo Orrego, de Juntos por el Cambio (JxC), lo que derivó en que el justicialismo perdiera el Gobierno tras 20 años en el poder. Ya circulan temas a tratar, como un calendario tentativo (a discutir) sobre los comicios internos e ideas como la conformación de una mesa política que contenga a todos los sectores. No es lo único, ya que suena con fuerza que el senador Sergio Uñac, actual presidente de la fuerza política, está dispuesto a ceder el mando, como un "gesto" a imitar por parte de José Luis Gioja, el referente del otro espacio, quien fue candidato a gobernador en la contienda del año pasado y se impuso ante el uñaquismo, pero que, ni con los votos de ambos, pudieron retener el Ejecutivo.

De hecho, en el peronismo no son pocas las voces que señalan que ni uno ni otro deben tener el timón del PJ, ya que la feroz interna entre ambos fue uno de los factores que llevó a la derrota. A ello se le suma que todos ven que el partido tiene que transitar y consolidar un camino de unidad y que ninguno de los dos lo garantizaría, justamente, por las heridas que han quedado. Incluso, fuentes partidarias señalaron que el clima de la reunión estará caldeado y que pueden darse reproches a la conducción de Uñac.

Si se concretase la baja en las pretensiones de la presidencia de Uñac y Gioja, el debate estará en quién será el sucesor. También corre la idea que no puede ser alguien que esté muy identificado con alguno de los referentes, como Fabián Aballay, intendente de Pocito e íntimo del hoy senador, sumado a que está concentrado en la gestión y en su entorno señalan que no tendría ganas de agarrar tal brasa, o Leonardo Gioja, sobrino del exgobernador, quien puede tener vuelo propio, pero su apellido pesa en la interna, por mencionar algunos ejemplos.

En ese contexto, aparece Fabián Gramajo, excandidato a vice de Gioja y exintendente de Chimbas, su bastión, en el que tomó la conducción su esposa Daniela Rodríguez. El referente chimbero, con su San Juan Te Quiero, está haciendo su juego propio, por fuera de la estructura uñaquista, con base en las 14 Intendencias y 19 diputados, entre peronistas, bloquistas y aliados. En la Legislatura, tiene un diputado (Gabriel Sánchez), con el que, aunque sea poco, puede hacer valer su voz. Y sus movimientos también se ven independientes del giojismo, aunque el contacto sigue. En su círculo lo ven con intenciones de presidir el partido, aunque hay intendentes y referentes que todavía no les cierra su traspaso del uñaquismo al giojismo en la lista de las elecciones del año pasado. Otros, en cambio, ven que intenta posicionarse por fuera de los dos grandes ejes.

También ha cobrado fuerza la idea de que aquel que se encamine a tener las riendas del peronismo no tenga aspiraciones a la pelea por los cargos de diputados nacionales que se pondrán en juego en 2025 ni al de gobernador en 2027. Es decir, un presidente de transición, que encare una renovación para que, con tiempo y el avance de la realidad política, social y económica, se posicionen figuras para dichas contiendas. De hecho, lo había expresado a este medio Juan Carlos Quiroga Moyano, el presidente del bloque PJ en la Legislatura. "El mejor candidato que podamos tener para las próximas elecciones no tiene que ser presidente del partido. Quien lo conduzca, no tiene que tener esos intereses, sino el de rearmar el partido y una estrategia para 2025 y 2027", había indicado. ¿Una postura así limita a Gramajo? ¿Le abre el juego a Uñac para volver a pelear la Gobernación, tras la espina de que la Corte Suprema bajara su candidatura y, luego, perdiera su hermano Rubén?

Los mandatos vencen el 8 de mayo y, en el cronograma que suena, la interna sería en una fecha de la primera quincena de marzo.