La presidenta Cristina Fernández se someterá hoy a un primer test electoral de mitad de término, en el que se determinará un escenario preliminar acerca del poder real que mantiene el kirchnerismo en todo el país, de cara a los dos últimos años de mandato, así como la conformación definitiva de las listas legislativas para octubre. Será la primera vez que se utilice la modalidad de las elecciones primarias únicamente para la selección de candidatos legislativos, ya que en su debut en 2011 también se eligieron los postulantes a la presidencia de la Nación y a la gobernación en la mayoría de las provincias.
La expectativa del oficialismo, que necesita conservar el dominio en el Congreso para sostener los últimos dos años de gestión presidencial, estará centrada casi con exclusividad en la provincia de Buenos Aires, ante las pobres perspectivas del Frente para la Victoria (FpV) en otros distritos como la Capital Federal, Santa Fe, Córdoba y Mendoza, entre otros. Allí, la disputa estará centrada entre el kirchnerista Martín Insaurralde y el referente del Frente Renovador, Sergio Massa, quienes jugarán entre ellos un partido aparte, que no considera al peronista disidente Francisco de Narváez ni a la representante del Frente Cívico y Social, Margarita Stolbizer.
Como muestra de la importancia que le otorga el kirchnerismo al distrito se pueden anotar las reiteradas presencias de la mandataria en los municipios del Conurbano -incluso durante el fin de semana- para apuntalar a sus figuras y ligar las postulaciones con el proyecto nacional.
En los comicios 2011, el kirchnerismo obtuvo 57,10% de los sufragios en territorio bonaerense en el segmento de diputados nacionales -incluso por encima del número obtenido a nivel nacional por Cristina Fernández- un porcentaje que no espera repetir en esta oportunidad. Sin embargo, el recuerdo de 2009 no deja de ejercer presión sobre el oficialismo, que no quiere repetir la experiencia frente a una opción también de origen peronista que disputa una porción similar del electorado. Aún en aquella derrota, la lista de Néstor Kirchner alcanzó 32,18% de los votos, lo que convierte a esta cifra en un piso difícil de bajar en esta oportunidad.
Con la incorporación de la modalidad de las elecciones primarias, hoy tendrá gran importancia para conocer el escenario en las diferentes provincias, pero también aportará cierto margen de maniobra para elegir: seguir en la mismo rumbo o corregir errores y cobrar más fuerza hacia octubre. Asimismo, la elección habilitará algunos pronósticos sobre quiénes podrían ser los presidenciables para 2015, ya que figuras como Mauricio Macri, Hermes Binner o José Manuel de la Sota jugarán un importante rol en las primarias y aún más en octubre.
En la Ciudad, la Presidenta volvió a apostar por Daniel Filmus pero en este primer turno, las miradas estarán orientadas tanto al PRO como al frente UNEN, que dirimirá en una competitiva interna la diagramación de las boletas para octubre. En Santa Fe, donde se consolida el dominio del socialismo, el kirchnerismo llevará al ex gobernador Jorge Obeid, pero deberá cotejar con Hermes Binner -su sucesor en la Casa Gris- quien juega dentro de la alianza que se mantiene con los radicales santafesinos.
Córdoba muestra un panorama similar, en una elección que parece dirimirse entre Juan Schiaretti, candidato del actual gobernador, José Manuel de la Sota y el radical Oscar Aguad, quien buscará su tercer mandato en la cámara baja. Aunque con menor peso electoral, en Mendoza también la situación será difícil para el FpV, porque Alejandro Abraham deberá lidiar con el ex vicepresidente Julio Cobos y con una menor presencia del radical Roberto Iglesias, quien competirá por afuera de la estructura partidaria. En tanto, en Santa Cruz, lugar donde está empadronada la Presidenta, la sigla del FpV la lleva el gobernador Daniel Peralta, mientras que el radical Eduardo Costa busca su consolidación.