Más de 200 familias de escasos recursos dejarán hoy de vivir entre las cañas y el barro y recibirán una casa nueva de material. Pertenecen a la villa rawsina San José, que se convertirá en la número 84 en ser erradicada por la administración giojista. Los beneficiarios serán trasladados a un complejo habitacional de gran extensión que fue construido en La Bebida y que a futuro albergará, también, a los vecinos de otro asentamiento.

Con 238 familias relevadas por el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), la San José es una de las más numerosas que entraron en el plan de erradicación que inició el Gobierno provincial en el año 2005. Pero a diferencia de otras de gran magnitud, que eran históricas, como la Benavídez y la Madre Teresa de Calcuta, en el municipio de Rawson contaron que se conformó en la primera mitad de la década pasada.

A partir de las 8 de hoy, las máquinas de Vialidad Provincial derrumbarán los ranchos que se ven en el terreno que está en Calle 5 y Costa Canal y sus habitantes partirán hacia la localidad rivadaviense. En el nuevo destino los espera el barrio Nuevo Cuyo, que está en calle Morón e Ignacio de la Roza. Ocuparán el sector I; mientras que el II se encuentra en ejecución y está reservado para otra villa que también será erradicada en Rawson.

Hasta ahora, contando desde que se estrenó el mecanismo, en San Juan se demolieron 83 villas y se vieron beneficiadas unas 24.500 personas. La última que se convirtió en escombros es la Las Heras, en inmediaciones del centro de la Capital, un asentamiento que comenzó a poblarse en 1988 en terrenos que pertenecían al ex Ferrocarril Belgrano.

Los vecinos de la San José son los primeros en ingresar en un nuevo mecanismo que implementó el IPV para asegurarse el cobro por las soluciones habitacionales que construye. Junto a los del asentamiento San Expedito, que será erradicado este año, ya le vienen abonando el organismo la cuota por sus casas. La diferencia con los anteriores es que comenzaron a pagar una vez que recibieron las viviendas.