"Era una práctica habitual", había dicho la vice del PRO, Gimena Martinazzo, luego de que saliera a la luz la denuncia en su contra por pedirle un porcentaje de sus sueldos a concejales de Rawson, quienes firmaron pagarés en blanco y temían que se los ejecutaran. Eso le valió una investigación del Tribunal de Disciplina, aunque la segunda autoridad del partido recogió el testimonio de la afiliada María Eugenia Raverta, la que dijo que el hoy presidente, Enzo Cornejo, le había cobrado unos 380 mil pesos por su postulación como edil de Capital en 2015. Así, la dirigente denunció al máximo responsable de la fuerza política por dicha maniobra, quien, tras ser consultado no negó la acusación sino que a través de un comunicado señaló, entre otras cosas, que "debemos saber diferenciar los aportes voluntarios de los candidatos para posicionar su imagen, la lista, que el cobro mensualizado por un cargo, y ni hablar de las firmas de documentos donde pueden hasta influir en la votación de sus concejales en el Concejo".

El tema es un escándalo más que vive el PRO y que involucra a sus más altas autoridades, teniendo en cuenta que el diputado nacional Eduardo Cáceres está procesado por lesiones, luego de la denuncia penal realizada por la propia Martinazzo. El revuelo se da a horas de la conformación de las alianzas electorales de cara a las legislativas, en el que el partido irá con Producción y Trabajo y sus socios en Juntos por el Cambio. Las esquirlas del impacto pueden ir más allá, ya que el 24 de este mes se define la presentación de candidatos, en la que sonaba que Cornejo o algún otro integrante del PRO podía ir en segundo lugar, detrás de un o una referente (perfila Susana Laciar) de la fuerza política que conduce Marcelo Orrego. En otras palabras, el presidente y la vice de la agrupación que a nivel nacional fundó Mauricio Macri llegarán a las instancias decisivas con acusaciones de prácticas dudosas, mientras que Cáceres enfrenta una causa por presunta violencia de género, la cual no tiene aún resolución de la Sala II de la Cámara de Apelaciones.

Según la denuncia de Martinazzo, que contó con el patrocinio de Gustavo Tabachnik, el escrito se envió por correo electrónico y que, en el caso de que no se le dé curso, se presentará en soporte papel en la sede partidaria. La vicepresidente, además, recusó al Tribunal de Disciplina, a cuyos miembros acusó de no hacer nada tras los dichos de Raverta. Esta última fue concejal de Capital de 2015 a 2019 y, en el marco de la investigación contra Martinazzo, dijo que, al momento de su candidatura, le cobraron cerca de 380 mil pesos. Así, señaló que el que le pidió el monto y lo percibió fue Cornejo (por entonces, secretario del partido), a quien le pagó con cheques, pero que no recibió ningún recibo, según consta en el escrito.

El presidente del PRO destacó que "el trasfondo de esta operación es justificar a Martinazzo con la firma de documentos en blanco y el cobro mensualizado a sus concejales, lo cual repudié en su momento y vuelvo a repudiar, dejando en claro que no son prácticas habituales". La dirigente había reconocido que recibió durante un año un porcentaje del sueldo de los ediles de Rawson, departamento en el que fue candidata a intendente. Además, había indicado que "se pactó de común acuerdo" y que era "una práctica habitual".

Disminuido

En 2015, durante el gobierno de Mauricio Macri, el PRO local contó con espacios de poder, como los puestos en organismos nacionales con sede en San Juan, en los que cobijó a partidarios y socios, como Rodolfo Colombo en Anses. Tal fuerza se licuó.

Definición partidaria

La Asamblea provincial del PRO se reunió ayer y ratificó la continuidad en Juntos por el Cambio. El partido viene siendo socio de Producción y Trabajo, la principal fuerza opositora, con la que logró que Eduardo Cáceres llegara al Congreso en dos oportunidades.

 

  • Peleas y escándalos

El PRO en San Juan nació en 2006 y su corta vida estuvo signada por peleas de poder. En 2011, la estructura macrista expulsó al dirigente Wbaldino Acosta Zapata. Ese año, Hugo Ramírez estuvo al frente de la conducción, pero, luego, fue desplazado por la Asamblea de Delegados. Frente a esa embestida, el partido a nivel nacional decidió la intervención. Ramírez fue diputado provincial y se alejó por las diferencias con Eduardo Cáceres, quien en 2013 obtuvo, por primera vez, una banca en la Cámara de Diputados de la Nación. Otro que se peleó con el legislador nacional fue Martín Turcumán, quien había sido el candidato a gobernador en 2015. En 2020, el histórico apoderado de la fuerza política, Fernando Patinela, armó una lista para pelear contra Enzo Cornejo, el ladero de Cáceres, pero no pasó el filtro de la Junta Electoral. Ramírez, Turcumán y Patinela ahora están en Consenso Ischigualasto. No es lo único, ya que Martinazzo denunció por lesiones a Cáceres, quien fue procesado por la Justicia. La semana pasada, el diputado nacional denunció a la vicepresidente por falsa denuncia y la mujer pidió que los dichos de Paola Miers, quien desmintió a Cáceres, se incorporen a la causa principal.

 

  • Avanza la carrera para cuatro frentes

 

El plazo de presentación de alianzas electorales vence a las 24 horas de mañana y todo va encaminado a la participación de cuatro coaliciones. Una de ellas es el oficialista Frente Todos, que conduce el presidente del PJ y gobernador Sergio Uñac. El armado cuenta con partidos socios y agrupaciones adherentes, las que suman un total de 50. En la grilla está Juntos por el Cambio, que lidera el diputado nacional Marcelo Orrego. Un espacio que se lanzó con la idea de la unidad de la oposición fue Consenso Ischigualasto, cuyos integrantes tuvieron rechazos por parte de Orrego y compañía, por lo que dicha sociedad va camino a competir. La otra alianza es el Frente de Izquierda.

La presentación de listas de candidatos es el 24 de este mes, fecha en la que se pueden anotar partidos políticos que jueguen en soledad por los tres cargos de diputados nacionales en juego.