En Tribunales no estaban seguros ayer de que en el pasado se haya dado un antecedente similar. Los reconocidos jueces de primera instancia Mónica Lucero, José Atenágoras Vega y Agustín Lanciani llegaron a la etapa final del concurso que se lanzó para cubrir una vacante en la Cámara Penal. Conforman la terna que eligió el Consejo de la Magistratura de entre un lote de nueve aspirantes, en la que habían más magistrados y abogados litigantes. Ahora, los diputados tienen que designar a uno por simple mayoría de votos.
El cargo en juego es el de miembro de la Sala I de la Cámara Penal y quedó vacante por el fallecimiento de Román Molina. Se trata de un puesto muy deseado: implica un salto profesional, es parte de un tribunal que lleva a cabo juicios por delitos con penas de más de 3 años y tiene una remuneración que va entre los 20 mil y los 21 mil pesos para el que recién asume, dijeron ayer en Tribunales.
