El día después de su insólita detención, el excomisario Juan Carlos Turón, acusado por delitos de lesa humanidad en la etapa anterior al golpe militar, prestó declaración indagatoria y se declaró inocente. Aseguró que no es culpable de privar ilegalmente de la libertad a civiles porque actuó bajos las órdenes del por entonces juez federal, Mario Gerarduzzi. Y sobre la imputación de haberlos torturados, afirmó que nunca participó de esas atrocidades.

Turón fue apresado el lunes en su cada del Barrio Camus en medio de circunstancias muy particulares, ya que sus abogados, Rolando Lozano y Gerardo Fernández Collado, presentaron un escrito ante el Juzgado de Leopoldo Rago Gallo minutos después de las 8 dando a conocer que estaba a disposición de la Justicia y aguardó a los uniformados en su domicilio. Pero no estuvo solo, sino que además de su esposa, los 2 hijos y otros allegados, estuve presente la prensa, a la que incluso le sirvieron café, facturas y gaseosas. Durante la espera habló por varias radios y recién pasadas las 11 fue detenido minutos.

El excomisario está señalado en la llamada causa de los expolicías por haber participado en el operativo de detención de dos parejas, Marcelo Raúl Nívoli y su esposa, Isabel Mac Donald de Nívoli y de Jorge Capella y Beatriz Paris. Los 4 fueron detenidos el 29 de abril de 1975 en una vivienda del Barrio Belgrano, en Rawson, en un operativo que estuvo a cargo del entonces comisario de la Seccional 6ta. de Rawson, Armando Steiner. Turón era en aquel momento un oficial subayudante de 19 años, recién egresado de la Escuela de Policía. Los efectivos policiales le habían solicitado al juez Gerarduzzi una orden de allanamiento por la sospecha de que en la casa había material bibliográfico, propaganda subversiva y armas de guerra. Los detenidos, que estaban sospechados de pertenecer a la organización Montoneros, fueron encapuchados y sufrieron torturas y todo tipo de vejaciones.

Pero en su declaración, Turón reconoció que había participado en el allanamiento, pero que después no supo sobre la suerte de los detenidos y que no tuvo nada que ver con los apremios ilegales posteriores.

El mismo lunes, en su casa, el excomisario contó que ese fue el primer procedimiento en el que le tocó participar. Recordó que el comisario Steiner le preguntó: “¿Pibe, has ido a un allanamiento alguna vez”?, ante su respuesta negativa agregó “vení, vamos”.

Por estos hechos, está imputado de los delitos de privación abusiva de la libertad agravada (4 hechos), tormentos agravados por la condición de perseguidos políticos de las víctimas (4 hechos), y como integrante de una asociación ilícita. De ser encontrado culpable, Turón deberá cumplir la pena de prisión efectiva porque las faltas que le achacan no son excarcelables.

El excomisario, que también es abogado, es una figura que alcanzó repercusión pública en diciembre del año pasado, cuando fue mediador entre el Gobierno y los policías que reclamaban una mejora salarial, que terminaron obteniendo. Además, durante el Gobierno de la Alianza, llegó a ser Director de Operaciones y al retirarse manejó una agencia de seguridad.