A tono con lo que pasa a nivel nacional, en la Unión Cívica Radical (UCR) sanjuanina las aguas están revueltas y hay peligro de quiebre para la próxima contienda electoral. Mientras su presidente, Hugo Dominguez, intenta articular un frente con el partido de Mauricio Macri, el sector opositor que encabeza Miguel Miranda está en conversaciones con el bloquismo disidente y el basualdismo para sumarse a la sociedad que impulsa a Sergio Massa para la Rosada. A no ser que esos espacios se unan o que alguno de los presidenciales se baje, los afiliados al partido centenario parecen encaminados a ir divididos a las urnas.
La peleas por el armado electoral no son nuevas. En 2013, para las legislativas, Dominguez se propuso ir sin socios y mantuvo un fuerte encontronazo con Roberto Pugliese, por entonces su vice, quien lideraba el sector que buscaba recalar en el frente basualdista. Ahora, hay un condimento que alimenta la posibilidad de una diáspora: a nivel nacional, el presidencial Ernesto Sanz quiere una alianza con Mauricio Macri y definir el candidato en las PASO, Julio Cobos se postula para el mismo cargo y pide que se catapulte una figura propia y Gerardo Morales ya acordó con Massa en Jujuy.
Más allá de cómo se resuelva esa puja, la idea es que las provincias tejan libremente para intentar mantener la unidad, al menos, en cada territorio. Pero en San Juan, por ahora, resulta difícil.
El sector de Miranda se sentó con el bloquista disidente Enrique Conti y hay sintonía para que el frente que el exintendente comparte con Roberto Basualdo tenga una pata radical. El senador siempre quiso armar un frente con todos los opositores y es uno de los que busca juntar a Massa y Macri.
Además, hace rato que correligionarios como el jachallero Dante Figueroa y Raúl Estévez, de San Martín, negocian con el mismo espacio. Los dos cosecharon un buen caudal de votos en 2011 y son bienvenidos.
Dominguez, en cambio, no quiere saber nada con Basualdo. Y a pesar de que hasta no hace mucho le tiró munición gruesa al PRO, hoy prioriza su pertenencia a la línea de Sanz y el pedido de su sector y se tomó varios cortados con el macrista Eduardo Cáceres. La intención: una lista común y alternar nombres de una fuerza y otra en las listas.
Hay referentes que están distantes. Mario Capello y Pugliese alentaban la idea del basualdismo, aunque hace mucho que no se los ve por la sede de calle Córdoba. Alfredo Marún se inclina por Macri, pero tampoco aparece. Un hombre cercano a los tres dijo que prefieren quedarse en sus casas antes de jugar con el partido dividido, porque entienden que sería ir de punto en cualquier espacio.

