"Los imputados tenían conocimiento de las falencias en las instalaciones eléctricas y, a pesar de ello, no hicieron nada", destacaron los abogados Leopoldo Fachinelli y Diego Reinoso, este último, hermano de Fernando, el alumno que falleció en 2010 al recibir una descarga eléctrica mientras se encontraba en un aula de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ. Por eso, les pedirán a los jueces del Tribunal Oral Federal (TOF) que condenen a Oscar Nasisi, ex decano de dicha unidad académica; Alfredo Daroni, Guillermo Coto y Joaquín Roso por una figura delictiva mucho más grave. Los cuatro están acusados de homicidio culposo, que es causar la muerte por imprudencia o negligencia, cuya escala penal va de uno a cinco años de prisión. Lo que los querellantes solicitarán es que queden encuadrados en homicidio con dolo eventual, que tiene un castigo de 8 a 25 años de cárcel, lo que, por lo elevado de la pena mínima, contemplaría el cumplimiento en la cárcel de una eventual sanción.

Fachinelli y Reinoso brindaron ayer esas definiciones, a la salida de la primera audiencia del juicio contra los cuatro imputados, en la que se leyó la acusación del fiscal Francisco Maldonado. En rigor, los querellantes ya habían dejado plasmada su postura en su requerimiento de elevación a juicio, la cual ratificaron sin ningún tipo de dudas.

La tragedia ocurrió el 8 de marzo de 2010, cuando Fernando Reinoso estaba en un aula del Departamento de Agrimensura de Ingeniería. Para los querellantes, el estudiante no recibió la descarga eléctrica al intentar manipular un ventilador de pie electrificado, sino que el choque eléctrico se produjo cuando, al tratar de conectar su computadora a la red eléctrica, tocó con su pierna derecha los artefactos de aire acondicionado en desuso que se encontraban en el piso.

De acuerdo a las pericias, Fachinelli y Reinoso sostuvieron que la descarga eléctrica se produjo "como consecuencia del mal estado general en que se encontraban las instalaciones eléctricas del edificio" de Agrimensura. Según destacaron, "no contaban con las medidas de seguridad básicas para protección de las personas", como jabalina de toma a tierra y disyuntor diferencial, por lo que, "si hubieran estado instaladas dichas piezas, el fallecimiento no hubiera ocurrido".

En su presentación habían resaltado la existencia de un expediente realizado por el titular de Agrimensura, Hernán Alvis Rojas, quien pedía la realización de tareas porque "el tablero general no brindaba la seguridad necesaria para el personal del departamento" y que los trabajos "eran de suma importancia y gran urgencia". La nota fue dirigida hacia Nasisi, por entonces decano, y quedó radicada en la Secretaría Administrativa Financiera que conducía Daroni, hoy secretario de Bienestar Universitario de la UNSJ.

Por eso, resaltaron que el hoy rector "tenía pleno conocimiento de las condiciones en que se encontraba la Facultad y, específicamente, el Departamento, sin tomar decisión alguna a fin de controlar y solucionar los problemas". Inclusive, hubo una ordenanza del Consejo Directivo de Ingeniería, suscripta por Nasisi, indicaron los querellantes, que creó una unidad en 2009 para garantizar la seguridad, pero que quedó en la nada.

En su escrito, los abogados señalaron que Daroni indicó que todos los arreglos "tenían un costo muy elevado". Por su parte, Joaquín Roso y Guillermo Coto fueron secretarios de Obras de la UNSJ en distintos períodos, a quienes se les achaca la responsabilidad de no haber realizado los trabajos para garantizar la seguridad de las instalaciones.


Delitos
 

Los querellantes Leopoldo Fachinelli y Diego Reinoso, además de pedir el castigo por homicidio con dolo eventual, acusaron a Oscar Nasisi, Alfredo Daroni, Guillermo Coto y Joaquín Roso por incumplimiento de sus deberes de funcionario público y por omitir "algún acto de su oficio", de acuerdo a los artículos 248 y 249 del Código Penal.