El clima de festejo y hervidero de gente que otras veces caracterizó el momento del mensaje de José Luis Gioja en la Cámara de Diputados, cambió ayer por el de un espacio con hasta una que otra silla vacía y un ciento de militantes dispuestos elegantemente en la bandeja, sin más gestos de aprobación a las palabras del gobernador que un sencillo aplauso. Allí se sentó el líder del gremio municipal SUOEM, Pascual Manchineles, quien aclaró que no estaba en señal de apoyo al gobierno.
Gioja también optó por menos palabras, en un discurso 17 minutos más corto que el del año pasado. Cuentan que horas antes de sentarse frente a los legisladores, él mismo retaceó el manuscrito original. Así, el gobernador remitió a leer más detalles al anexo que quedó disponible para los interesados.
En la primera fila, sólo faltó entre los miembros del Gabinete el secretario de Estado de Turismo, Dante Elizondo. También se vio a muchos intendentes pero no a todos. En lugar de Monseñor Alfonso Delgado, estuvo el padre José Juan García, que informó que el obispo viajó ayer hacia Roma. Se vio a tres ministros de la Corte de Justicia, Abel Soria Vega (presidente), Juan Carlos Caballero Vidal y Humberto Medina Palá. Los legisladores nacionales del Frente para la Victoria fueron todos, incluso la diputada nacional Graciela Caselles, con valor doble, como presidenta del Partido Bloquista.
Mezclado con los funcionarios de segunda línea, se sentó el presidente del Tribunal de Cuentas, Isaac Abecasis, que supo estar en contrapunto con el gobierno, a quien Protocolo lo ubicó justo al lado del fiscal de Estado, Mario Díaz. Ambos departieron amablemente como si las diferencias hubiesen quedado Tribunales adentro.
Una imagen distinta a la de otros años se dio en la entrada del recinto, donde se dispuso una pantalla gigante para el público, que no fue más que el personal de seguridad y de recepción de la Legislatura.
Eso sí, la asistencia sí fue perfecta para los tres que suenan para la sucesión del gobernador: César Gioja, Marcelo Lima y Sergio Uñac.