En medio de un indisimulable aumento de tensión, los presidentes de los 12 países que integran Unasur se reúnen hoy en Bariloche con el convenio militar entre EEUU y Colombia como tema central y con un objetivo clave: Arrancar del mandatario colombiano, Alvaro Uribe, garantías sobre el alcance del acuerdo militar.
Este acuerdo, que ha generado el rechazo de varios países de la región y sólo está pendiente de firma, permite el uso por parte de tropas estadounidenses de hasta siete bases militares en territorio colombiano.
En ese contexto, Uribe, a través de voceros del gobierno, hizo saber que hoy pondrá el acento en aclarar que "no habrá ninguna base estadounidense" en su país, ni tránsito de militares en su territorio y que afirmará esencialmente que el Acuerdo de Cooperación en Defensa (ACD) con Washington "no afectará a terceros estados".
El gobierno de Uribe reiteró que pedirá respeto a su soberanía en la cumbre de Unasur, que -dijo- debe abordar otros temas de interés para la región, como la carrera armamentista de algunos de sus vecinos -en clara alusión a Venezuela-, los acuerdos de cooperación extraregionales y el terrorismo.
Precisamente la retórica del presidente de Venezuela, Hugo Chávez fue el principal disparador de esta cumbre ya que se resolvió reunirse en Argentina luego de la cumbre en Ecuador donde el mandatario bolivariano advirtió a los vecinos de que "soplaban vientos de guerra" en la región.
Ayer, Chávez renovó sus durísimas críticas contra las tropas de EEUU en Colombia y les advirtió a los mandatarios de la Unasur que la iniciativa implica un proyecto "del imperio americano" para "acabar" con el bloque regional.
En la misma línea, el gobernante ecuatoriano, Rafael Correa, arremetió ayer desde Lima contra Colombia, al cuestionar su capacidad para controlar el uso que las tropas estadounidenses harán de las bases militares en su territorio.
¿Cuándo los norteamericanos se han dejado controlar?", dijo Correa, quien recordó que su país tuvo una base estadounidense durante una década (la base de Manta) y aún tiene "graves denuncias de una serie de actos que se están investigando".
Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, insistió en que planteará en la cumbre la convocatoria a un referendo para dirimir el tema.
Mientras Venezuela, Ecuador y Bolivia rechazan tajantemente el acuerdo entre Colombia y EE.UU., otras naciones han manifestado su preocupación, pero también su respeto a la soberanía de las decisiones colombianas. En esta línea se enmarcan Argentina, Chile y Paraguay.
El gobernante brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, también preocupado por el convenio militar, está a favor de un "diálogo franco" sobre el tema y del fortalecimiento del Consejo de Defensa de la Unasur para que contribuya a la resolución de este tipo de tensiones.
El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, también propuso ayer que el polémico acuerdo militar sea debatido en la comisión de Defensa del grupo.
Brasil, que está abierto a discutir en Bariloche todos los temas vinculados al área de defensa, incluida la "carrera armamentista".
Un tema que finalmente sí estará ausente de esta cumbre serán las conversaciones que sostienen Chile y Bolivia desde el 2006 en base a una agenda de trece puntos.