El juez Martín Heredia, del Cuarto Juzgado de Instrucción, elevó a juicio la causa contra la exempleada municipal de Angaco, Aurora Gómez, quien está acusada de llevarse más de 300 mil pesos de la Tesorería. La mujer se encuentra bajo la lupa por el delito de peculado, una de las formas de malversación de caudales públicos.


El caso salió a la luz a fines del año pasado, luego de que Gómez fuera descubierta por las autoridades comunales cuando observaron en las cámaras de seguridad de la Tesorería cómo se llevaba fajos de billetes y los escondía en su ropa. La implicada era trabajadora de planta permanente con una antigüedad de más de 30 años y estaba cerca de jubilarse. Hace dos años que era cajera y cumplía funciones cobrando boletas a los vecinos de Angaco.


La investigación interna data de algunos meses antes, ya que en octubre, el tesorero municipal, Fabián Chávez, había detectado un monto considerablemente menor en las cuentas e inmediatamente se lo comunicó al intendente José Castro. Tras la noticia, el jefe comunal ordenó un arqueo de las cuentas y autorizó a que se inicie la pesquisa administrativa.


El tesorero puso cámaras de seguridad en la repartición, colocó fajos de 10 mil pesos en la caja fuerte, marcó los billetes y registró los números en una planilla.


De acuerdo a la investigación, en la mañana del 5 de diciembre, en horario de trabajo, la mujer manipuló la llave y la traba de la caja fuerte y sacó un paquete. Las cámaras registraron cómo Gómez colocó el bulto sobre un mostrador y después lo introdujo entre su ropa. En las semanas siguientes, repitió la maniobra varias veces más hasta que el intendente puso la denuncia y aportó las filmaciones.