Con la tensión creciendo en el Congreso por el reclamo de fondos, el Gobierno nacional reactivó este martes el diálogo con las provincias. Desde las 12, el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, encabezó una reunión con los ministros de Economía provinciales para intentar destrabar el conflicto por el reparto del Impuesto a los Combustibles y los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).

El encuentro se dio luego de que los 24 gobernadores firmaran y presentaran un proyecto de ley que busca modificar el esquema de distribución del impuesto a los combustibles y eliminar dos fondos fiduciarios que, según aseguran, están siendo manejados discrecionalmente por la Nación. La iniciativa también plantea repartir el excedente de los ATN de forma más equitativa entre Nación y provincias.

Desde el Gobierno nacional, el jefe de Gabinete Guillermo Francos ya había anticipado el rechazo al proyecto, pero aclaró que siguen dispuestos a buscar una salida consensuada. “Ellos hicieron una propuesta que nosotros no tenemos posibilidades de aceptar, en aras del equilibrio fiscal. Aun así, trataremos de llegar a un acuerdo”, expresó días atrás.

En paralelo, Guberman reforzó la postura oficial: si se eliminan los fondos fiduciarios, las provincias deberán hacerse cargo de la ejecución de obras públicas, especialmente las viales. Una idea alineada con la política del presidente Javier Milei de desarmar ese tipo de estructuras de financiamiento.

El proyecto de los gobernadores ingresaría por el Senado y, según afirman desde las provincias, cuenta con un respaldo total: ningún distrito se desmarcaría, lo que le daría el impulso político necesario para avanzar.

En medio del debate, se conocieron nuevos datos fiscales que reflejan una suba interanual del 6,5% en las transferencias automáticas durante junio, aunque con una caída del 4,3% respecto a mayo. En el primer semestre del año, las transferencias totales a provincias y CABA crecieron 3,5% en términos reales, pero siguen por debajo de los niveles de los últimos cinco años, según el IARAF.

El escenario en el Congreso aún está abierto. Mientras tanto, el Gobierno busca calmar las aguas con las provincias antes de que la discusión escale en el recinto.