En un clima de máxima tensión política, militantes peronistas y dirigentes sindicales se movilizaron este martes para respaldar a Cristina Fernández de Kirchner, ante la inminente definición de la Corte Suprema de Justicia sobre su condena en la causa Vialidad. Como parte de las protestas, bloquearon cuatro de las principales autopistas del Área Metropolitana de Buenos Aires: Panamericana, Acceso Oeste, Autopista La Plata-Buenos Aires y Riccheri.
Desde el mediodía, la ex presidenta se encuentra en la sede del Partido Justicialista, en la calle Matheu, donde se instaló una vigilia militante con fuerte presencia de dirigentes del kirchnerismo, entre ellos los senadores Oscar Parrilli y Mariano Recalde, la intendenta Mayra Mendoza y la senadora Anabel Fernández Sagasti.
El punto crítico de la jornada es el fallo de la Corte Suprema, que se conocería entre las 16 y 17. Según trascendió, los tres jueces ya emitieron su voto y la decisión estaría tomada. Si rechazan los recursos presentados por su defensa, la condena a seis años de prisión por administración fraudulenta quedaría firme, lo que podría derivar en su detención.
Ante este escenario, gremios enrolados en la CGT como SMATA, ATE, APL y Bancarios salieron a las rutas para protestar. Desde InfoGremiales informaron que los cortes comenzaron pasadas las 15 y se mantendrían hasta que se conozca el fallo. “La democracia está en peligro”, fue el título del comunicado que emitió la central obrera, rechazando una eventual prisión para la ex mandataria.
En el Gobierno dan por hecho que el fallo será adverso para Cristina, y eso activó desde el lunes una serie de movimientos de apoyo entre Constitución y el PJ Nacional. “Si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar”, cantaban militantes desde detrás de las vallas en Matheu. Afuera, con banderas, bombos y pancartas, se mantuvo la consigna de “resistencia”.
Cristina Kirchner fue condenada por el Tribunal Oral Federal N°2 en 2022, y la sentencia fue ratificada por Casación en noviembre pasado. En la víspera, había anticipado su postura en un acto en el PJ: “Estar presa es un certificado de dignidad”. Hoy espera una definición que puede marcar su futuro judicial y político. Y a su alrededor, la militancia volvió a copar la calle.