Una resolución firmada este martes por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, encendió las alarmas en San Juan. La norma, publicada en el Boletín Oficial, dispone que el Ministerio de Defensa deberá intervenir de manera obligatoria en todos los permisos o autorizaciones relacionados con radares, observatorios aeroespaciales y sistemas análogos. En la práctica, introduce un nuevo filtro para proyectos científicos con potencial uso estratégico, en un momento clave para el Radiotelescopio Chino-Argentino (CART), que se encuentra en su fase final de construcción en El Leoncito, en Calingasta.
El texto, según la publicación del diario La Nación, instruye a “todas las jurisdicciones con competencia en el otorgamiento de autorizaciones” a remitir sus expedientes a Defensa antes de emitir cualquier dictamen. El objetivo será determinar si existe “eventual afectación de potenciales riesgos o amenazas en materia de Defensa Nacional”.
Desde el entorno del ministerio, explicaron a este medio que la decisión responde a criterios geopolíticos vinculados a la presencia china en el país, y confirmaron que el CART deberá pasar por estos nuevos filtros.
El CART es una iniciativa conjunta entre la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), el Conicet, el Gobierno de San Juan y la Academia China de Ciencias, destinada a la observación astronómica mediante ondas de radio. El radiotelescopio, de 40 metros de diámetro y unas mil toneladas de peso, representa uno de los proyectos científicos más ambiciosos del país.
Sin embargo, en las últimas semanas la obra se vio virtualmente paralizada. Desde la UNSJ denunciaron que piezas clave permanecen retenidas en la Aduana desde hace más de un mes y medio, sin explicación oficial. Se trata del cargamento más reciente, compuesto por paneles, chapas y pintura, que llegó al puerto de Buenos Aires el 3 de septiembre.
En la institución interpretan que el bloqueo aduanero y la nueva resolución forman parte de una misma estrategia: poner en pausa la iniciativa impulsada junto a China.
La medida llega en un momento de estrecho acercamiento entre el gobierno argentino y Estados Unidos, que recientemente otorgó un auxilio financiero al país. Según fuentes diplomáticas, tanto el presidente Donald Trump como su secretario del Tesoro, Scott Bessent, manifestaron su preocupación por el avance de proyectos chinos en áreas consideradas sensibles.
En paralelo, la estación espacial china de Neuquén volvió a ser objeto de cuestionamientos en Washington, y ahora el radiotelescopio sanjuanino aparece bajo el mismo foco de sospecha. “Desde el Gobierno se quiere revisar cualquier instalación que pueda tener doble uso o implicancias estratégicas”, explicaron desde Defensa al diario La Nación.

