Buenos Aires, 20 de febrero.- Belén Francese blanqueó que tuvo un contacto con Artaza, aunque también le gustaría trabajar con Carmen. No esquivó el tema de sus fotos en Playboy: “Me tuvieron que dar vodka para desinhibirme” confesó.
DiarioShow.com llamó a la reina de las a-rrimas para saber cómo será su presentación en las tablas marplatenses, su reciente infartante producción para Playboy y los problemas que le trajo con su familia y con su novio: “ellos no lo comparten, pero bueno”, contó. Ah, también le dio la primicia a este portal de que tuvo algún encuentro con Nito Artaza: “Me dijo que quiere hablar conmigo”.
– ¿Vas a estar en Mar Del Plata, no?
– Sí, me convocaron los “Kiene Soneto”, que festejan sus 20 años de humor. Ganaron un premio que les dio la ciudad. Así que me siento súper honrada, que habiendo tantas chicas me hayan elegido a mí. Yo soy multifacética y ellos me ven con un futuro de actriz cómica, de capocómica, así que me prepararon y voy a estar con ellos, haciendo algo distinto. Ellos me habían convocado para hacer temporada, pero yo me fui a México y no pudimos arreglar. Son dos funciones en las cuales nos vamos a súper divertir. Yo aprendo de los grandes y, más allá que estudie, no hay mejor escuela que el escenario. Soy una esponja que va absorbiendo todo, desde Guinzburg y Cherutti, que fueron como mis descubridores hasta ahora ellos.
– Y también te animaste a Playboy, ¿no?
– Sí, el 1° de marzo va a salir la tapa. No tengo a favor a mi familia, pero tengo al público que me quiere. Tuve que elegir mi carrera, entre mi carrera y mi familia. Bah, no es que elegí. Ellos igual me aman, son muy conservadores y que me muestre así no es algo que les guste. Pero los escuché a ellos, porque yo era como la figurita difícil para ellos. Durante tres años tuve una reunión por año con ellos para hacerla, pero yo no me sentía preparada físicamente, ni psicológicamente. Yo no me considero que tenga un lomazo, y tengo mis defectos como todo el mundo y, como todas las chicas, tengo un montón de complejos. Está vez lo vi desde otro lugar, un lugar realmente artístico. Ellos me mostraron un material que habían hecho con Romina Ricci y Nicole Neumann y me convencieron, porque realmente era algo muy artístico. La tercera es la vencida, ¿no?. Además me hicieron una propuesta muy seductora en números. Puse todo en la balanza y dije ¿Por qué no?. Las viejitas de mi barrio me decían “¡Dale nena! La moral pasa por otro lado” y me terminaron haciendo la cabeza entre todos y ya las hice y que sea lo que Dios quiera.
-¿Y tu novio que dijo de las fotos?
– Mi novio se puso celoso, no le gusta lo que hice, pero somos gente madura y uno elige.
-¿Qué me podés decir de la producción?
– Son artísticas, muy sexies. Nunca había hecho un topless así, tan explícito ¡se ve todo! Me quiero morir ahora, de la vergüenza. En la producción me decían “Si en la reunión te ponés colorada, ¿cómo vas a hacer?” les dije que no sabía cómo. Te cuento una confidencia, me trajeron vodka para desinhibirme y me fueron llevando. Después yo me solté y además tenés que actuar, sugerir. Estuvimos desde las 9 de la mañana, hasta las 12 de la noche. Me dijeron que había sido una de las que más tardé. Me decían que hay algunas que llegan y se sacan la ropa, porque esperaron esto toda su vida. Y que hay varias, que como yo, hay que ablandarlas un poco primero.
– ¿Es incómodo hacer este tipo de producciones?
-No es joda, estás ante un fotógrafo, que es un groso, pero es la primera vez que le ves la cara, no lo conocés. Yo tengo el mismo novio hace muchos años, soy realmente tímida. Estar desnuda ante un hombre…No me importa que me crean o no, yo lo padecí. Pero cuando vi todo terminado, vi belleza, arte. Realmente el resultado fue hermoso. No son las fotos ginecológicas de “Maxim” u “Hombre”. De esas me arrepentí, realmente, porque el fotógrafo pone la cámara recta, pero yo no sé adonde apunta el zoom y la lente. Realmente me decepcione mucho en esas producciones y nunca me gustó el material terminado.
– Y las fotos, ¿Cómo están ambientadas? ¿Dónde las hicieron?
– Cuentan como una historia. Que el lector va a venir de viaje conmigo. Hay un auto antiguo, muy glamoroso. Es como una parodia de Penélope Glamour. Estoy con un paisaje hermosísimo. El paisaje es soñado, realmente. Las hicimos en Acassuso. Una locación hermosa de gente de muchísimo dinero. Yo nunca había hecho una producción como esta.
– ¿Volverías a hacer una tapa de Playboy?
– Mirá, hablaba con las señoras y me decían: “Nena, aprovechá ahora que después se cae todo. Aprovechá ahora que estás bárbara” y es verdad, los años se te vienen encima. Me queda un lindo recuerdo. Igual, a mí esto no me hace como persona. Yo sé como soy, si bien vengo de una familia muy conservadora, sé que esto es parte de la carrera que elegí. Cuando me ví me shockeó, porque dije “uy a lo que me animé”, pero bueno ya está. Ya las hice.
– Este verano no estuviste de temporada. ¿El año que viene te gustaría?
– Obvio. No descarté nunca esa posibilidad. Pero me surgió la posibilidad de ir a México, donde me contó la gente de Playboy que me adoran. Me parecía súper tentadora la posibilidad de abrirme una puerta internacional. Pero amo al teatro. Hace poco me encontré a Nito Artaza y me dijo que quería hablar conmigo. Ahora, a mediados de marzo voy a sorprender con lo que estuve trabajando todo el verano, porque también por eso no quise hacer nada. Trabajé muy duro en el proyecto que lanzó. Va a ser divertido como las arrimas, pero distinto. Soy feliz por eso. Pienso que va a ser un año fantástico. Si no innovo me aburro, lo único que no cambio es mi novio, después me encanta cambiar constantemente.
-¿Lo de Nito sería para Primera Dama se busca?
– No sé. Tengo que tener una reunión con él. Pero no sé para qué. Después les cuento, je. Ojalá pueda cerrar algo con él, porque me encantaría trabajar con él y también me falta trabajar con Carmen.
– ¿Y no te asustan estos líos que se generan en los elencos de Carmen?
– No. Yo entraría con mi estilo. Yo me considero auténtica dentro del medio, porque yo hago la mía y tengo bien claro en la cabeza lo que quiero. Si ellos aceptan mi manera de ser y como soy, ¿Por qué no trabajaría con ellos? Igual, con Nito lo veo más cercano.