Buenos Aires, 11 de mayo.- Tras dos accidentes que involucraron al equipo de filmación de The Sorcere’s Apprentice, muchos en Hollywood se preguntan si la película no estará maldita.



El lunes, mientras la segunda unidad de filmación estaba rodando una escena de persecución entre dos autos conducidos por dobles en Times Square, uno de los vehículos se desvió y terminó atropellando a dos turistas en la concurrida zona; ambas personas resultaron con heridas superficiales y fueron dadas de alta del hospital pocas horas después.



Luego, el miércoles, cuando el equipo de filmación acababa de terminar de grabar otras escenas en la Séptima Avenida y la calle 50, una camioneta que no era parte de la producción perdió el control y se estrelló contra un auto estacionado que golpeó a ocho técnicos de la película; las lesiones fueron leves, pero el susto, mayúsculo.



"Son dolorosos recordatorios de que hacer películas es peligroso", destacó a un matutino porteño el director del film, Jon Turteltaub.



"Somos supercuidadosos y tenemos más abogados de los que te puedes imaginar asegurándose de que no nos pasemos de la raya, pero nunca puedes estar absolutamente seguro de que todo saldrá bien. Igual, que nuestro equipo sea arrollado por un auto en la calle no tiene nada que ver con la seguridad de hacer una película; es simple mala suerte, aunque se lo trate de presentar como un accidente de filmación", agregó el cineasta, buscando ahuyentar los comentarios de que su rodaje estaría maldito, como se dice que sucedió con la producción de La profecía , cuando varios técnicos murieron o resultaron heridos durante la filmación.



"Más allá de la prioridad de que todos los involucrados estén bien y que nadie resulte herido, a mí no me gusta que mi trabajo se haga público, no me gusta ver escenas de mi película ya en YouTube o recibir tres e-mails de mi tía Sylvia preguntándome si estoy bien", explicó Turteltaub, quien ya había dirigido a Cage en las dos exitosas cintas de En busca del tesoro perdido .



"Nuestra preocupación ahora es no destruir Nueva York en las escenas que nos quedan por rodar", replicó bromeando.