Buenos Aires, 30 de Marzo.- La actriz Lindsay Lohan salta de problema en problema. Tras su participación en Anger Management, la nueva comedia de Charlie Sheen, fue acusada de robarse unos brazaletes que había usado durante la filmación.
Luego, viajó a Brasil para promocionar la marca de ropa John John Denim, que le pagó 100 mil dólares por día por un par de apariciones en público en tres días.
El jueves por la noche, la joven visitó una disco en San Pablo y no soportó la presión de los fans que querían acercarse a ella, por lo que terminó escondiéndose debajo de una mesa.
Según una fuente consultada por E! News , Lindsay no estaba borracha, sino que su llegada al lugar causó un gran caos y debió refugiarse bajo la mesa del DJ.
"Ella estuvo increíble y cumplió con sus obligaciones. Es triste que le hayan tomado esa foto cuando estaba tratando de tomarse un respiro -de todos los autógrafos y fotos que le pedían- bajo la cabina del DJ", aseguró la fuente.