La relación de la modelo Barby Franco (27) y el abogado Fernando Burlando (54) está constantemente en un tira y afloje. A veces pasan períodos de luna de miel y otras sortean algunas crisis que parecen irreconciliables. A veces anuncian su casamiento y otras… ¡lo anulan! Y van…
Esta vez, atravesaban un momento ideal. Habían informado que el 7 de marzo del año próximo se casarían. Pero un chiste que Barby lanzó al aire en el ciclo Pampita Online, donde es panelista, sobre una representada de Burlando desató el enojo del letrado, quien decidió suspender la boda. “Yo me enteré por televisión que no me iba a casar y no me gustó para nada su actitud. Se lo dije y me respondió que era una chiquilina”, dijo ella en una entrevista.
Tan mal le cayó a Barby la decisión de Burlando que intentó hacerlo escarmentar. Sin pensarlo dos veces rifó su vestido de novia a través de su cuenta de Instagram, creyendo que así el abogado cambiaría su actitud. Pero no sólo no lo logró, sino que además, tuvo que lidiar con una inesperada reacción de su ¿ex? pareja.
“Las cosas entre nosotros no estaban bien y menos ahora, después de lo que hizo: se fue dos semanas a hacer kitesufr con amigos y justo era mi cumpleaños. Encima no me mandó ni una florcita, me llamó pero no me regaló nada. Después volvió con suerte se acordó que había sido mi cumpleaños y porque me veía re angustiada, me regaló una cartera que encima no me gustó y la fui a devolver”, explicó angustiada antes de comentar cómo lo pasó en el casamiento de Pampita y Roberto García Moritán. “La pasé re mal, estuve súper triste pero soy muy libriana. Cuando es sí, está todo bien y cuando no, no hay vuelta atrás”, concluyó enojadísima.
¿Usaran el cuarto rojo para reconciliarse?
La modelo contó, en ocasiones anteriores, detalles de la habitación sin ningún pudor. "Fernando me hizo un cuartito de Christian Grey", confesó Barby, en referencia al protagonista del best seller "50 sombras de Grey". "Un cuartito rojo. Yo soy fanática de la peli. Es como un juego", dijo.
Hay ciertas "reglas" a cumplir. Cada uno tiene una tarjeta para poder ingresar a la sala, además de un código que estipula qué está permitido hacer en el plano sexual y cuáles son los límites del acuerdo.
En el interior del "cuartito rojo" hay disfraces, fustas, arneses y juguetes sexuales, y también se puede encontrar un televisor y un frigobar. Sin embargo, la novia de Burlando aclaró que no hay cámaras para registrar los momentos de intimidad.
