Buenos Aires, 1 de febrero.- Como un aterrizaje forzoso; así es la vuelta de las vacaciones. Implica abandonar el paraíso de Baco y sumergirnos en la rutina, los horarios y los buenos hábitos.
Se terminaron las excusas para el desborde. Llegó el momento de decidir qué hacemos para compensar los excesos que dejaron algunas huellas en la balanza y quizás en el tensiómetro.
Tips para recuperarse
El saldo de las vacaciones suele incluir: algunos kilos de más, quemaduras de sol (o piel pelada) y mucho sabor a poco. Llegamos con el cuerpo reventado, irradiado, inflamado y oxidado, después de días de mala alimentación, exceso de alcohol y de tabaco, falta de sueño y ejercicio cero. Para retomar la vida cotidiana sin pasarla tan mal, algunos tips desintoxicantes que pueden ayudar.
1. El pasado, comido. No se puede cambiar la historia, pero se puede compensar. Para esto, hay que planificar varios días de cuidado alimentario por cada día de excesos. El uno a uno no funciona. Un almuerzo liviano no compensa una cena pesada. Tendrán que ser varios almuerzos, cenas, desayunos, meriendas y picoteos livianos, para volver al estado pre-vacacional.
2. Ayuno. Hacer 1 ó 2 días de ayuno, con supervisión médica, de agua, infusiones de té frutales y de cardo mariano (un protector hepático); y de 3 días, con consumo de frutas y vegetales, preferentemente crudos, sin piel, bien lavados, cocidos al vapor, hervidos o a la plancha. No hay que extender los planes desintoxicantes más de una semana.
3. Al desayuno. Optar por alimentos alcalinizantes, como frutas, jugos y licuados de agua. Tomar una taza de limonada tibia una hora antes del desayuno y varias veces a lo largo del día aporta vitamina C, que es antioxidante.
4. En las comidas. Remplazar los alimentos procesados, los lácteos enteros y las carnes rojas, por frutas y verduras, legumbres, granos, semillas y brotes.
5. Exfoliar la piel. Temprano por la mañana, para eliminar las células muertas y promover la regeneración de los tejidos.
6. Respetar el jet lag. La diferencia horaria con otros países altera el ritmo circadiano -de sueño-vigilia- que regula el organismo. Hay que darle tiempo, una semana según los expertos, para que se equilibre. Por esto, no conviene volver de las vacaciones el día antes de ponerse a trabajar. El "no me alcanzó el descanso" se debe, a veces, a que se trabaja el primer día al mismo ritmo que el último antes de irse.
7. Dormir más. Ocho horas por día y con siestas de 30 a 60 minutos, para favorecer la reparación de los tejidos.
8. Fumar menos. El cigarrillo provoca estrés oxidativo, que debilita y agota las defensas del organismo.
9. Hacer ejercicio, para eliminar toxinas. No es cuestión de meterse todos los días en el gimnasio: hay que ir retomando de a poco.
10. Descartar el café. La cafeína en todas sus formas-, las gaseosas con azúcar y el alcohol.
LOS PILARES DESINTOXICANTES
Si la intención es "limpiar la alimentación", la Dra. Christine Gerbstadt, autora del libro Doctor’s Detox Diet, y vocera de la Academia Americana de Nutrición y Dietas, sostiene que llevar una dieta rica en agua, frutas, vegetales, proteínas magras, lácteos descremados y granos enteros es la mejor fórmula para desintoxicarse.
Según la experta, los pilares son los vegetales de hoja verde, los limones, el té verde, el brócoli, el berro, las semillas de sésamo, el repollo y las frutas. Estos son otros "ingredientes" para sumar a la receta detox:
El alcaucil, el cardo y los espárragos: al aumentar la producción de bilis, estimulan la función hepática de eliminación de grasas y colesterol.
Carnes magras, huevo, aves sin piel y lácteos descremados: se necesitan para reparar tejidos y órganos.
Los granos integrales, las uvas y todos los antioxidantes.
El aceite de oliva extra virgen: aporta ácido oleico que mejora la digestión.
Las ciruelas: evitan el estreñimiento y facilitan la eliminación de tóxicos.
Hojas de diente de león en té o en ensaladas: reducen la toxicidad hepática.
Condimentos antiinflamatorios: albahaca, anís, cilantro, cúrcuma, curry, salsa de soja, limón, vinagre, mostaza, kétchup, orégano, perejil, laurel, tomillo, jengibre, pimienta y aceto balsámico.
La mente tiene que acompañar al cuerpo en el plan desintoxicante. Es el mejor momento para plantearse objetivos saludables a largo plazo. Los propósitos no se hacen el 31 de diciembre a las 12, entre copas de champagne, sino ahora, cuando el año está realmente empezando.
Que empiece, entonces, pero despacio. Incorporemos algo del movimiento slow y retomemos el ritmo de a poco; sigamos conectados al espíritu de las vacaciones, aunque la ciudad ya esté recuperando su frenesí habitual.