Buenos Aires, 23 de febrero.- Entre tanto éxito, Lady Gaga no puede con su genio y cada tanto se arma algún escandalito. Ahora, lo hizo en la sesión de fotos para la portada de la revista Q, donde posó como Dios la trajo al mundo.

Primero, la rubia agredió a uno de los fotógrafos porque no estaba de acuerdo con la indumentaria que debía ponerse. Y después, se transformó cuando le dijeron que su novio no podía participar en la producción.

Indignada, se puso a llorar, le gritó a todo el mundo y hasta amenazó con tomarse el palo y cancelar el contrato con la revista.

La calma llegó un rato después, cuando entró en razones y puso su mejor cara para salir provocativa en la publicación. Sus fanáticos, agradecidos.