Buenos Aires, 6 de abril.- El cantante estuvo en la lujosa boda de Luisana Lopilato y Michel Bublé y en primera persona cuenta en la edición de Caras la trastienda de su actuación.

Fue una boda inolvidable, en la que me empecé a involucrar en junio de 2010. Un día me llamó Michael Bublé, a quien conocía desde el comienzo de su carrera, ya que en mi casa se escuchan todos sus discos. Me preguntó si podía actuar en su casamiento porque deseaba darle una sorpresa a la novia, ya que a ella le encantaban mis canciones. Acepté con mucho gusto e, inicialmente, iba a venir a cantarle dos canciones, acompañado sólo con un piano. Mantuve el secreto, como Michael me pidió, hasta el mes de enero de 2011, cuando a él mismo en una entrevista en Europa le preguntaron si iba a cantar en su boda.

Bublé contestó que su novia soñaba con que cantara Ricardo Montaner. Fue ahí que le dijo a Luisana (Lopilato): ‘Bueno, si ese es tu deseo, se te va a cumplir, porque yo ya hablé con Montaner’. Luego, Luisana se comunicó con mi oficina y me mandó una lista con las canciones que quería que cantara en su boda. Así es que decidí venir con toda mi banda para cumplir el sueño de Lopilato.

Los novios fueron muy cariñosos conmigo y con mi familia (asistió con su mujer Marlene Rodríguez Miranda y sus hijos, Ricardo, Mauricio y Eva Luna). Yo brindé un pequeño discurso en el que dije que hoy en día, con cinco hijos y una mujer maravillosa, sé que es posible ser felices si uno se lo propone. Agregué que esperaba volvérmelos a encontrar dentro de muchos años y que ellos se pudieran ver como nosotros ahora, como una familia feliz y numerosa.

Toda la noche hubo jarana, fue una fiesta súper alegre. Los novios entraron al salón muy emocionados, después bailaron valses y temas de Frank Sinatra. Las familias de ella y de él, uno por uno, vinieron a darme las gracias por haber viajado.