Buenos Aires, 22 de julio.- Julia Roberts se ganó el odio de un grupo de amigos luego de que les sirviera durante toda una noche grillos bañados en chocolate.
Según relató un amigo íntimo de la actriz, la pelirroja tiene una obsesión con esa “golosina” y no se percató del rechazo que generó entre su círculo íntimo.
“No todo el mundo comparte el gusto de Julia. Cuando nos sirvió los grillos se podían escuchar los gritos de asombro. A ella no le importó, porque los ama”, confirmó un amigo de la actriz.
Con o sin millones, el excentricismo parece haber invadido la vida de Roberts.

