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Como muchos de los famosos locales, Silvina Luna arrancó el año en Punta del Este, pero cuando la temporada alta de eventos comienza a declinar, las personalidades buscan otros rumbos para continuar con sus vacaciones. La modelo disfrutó hasta el 10 de enero de las playas esteñas y, luego, con amigos y familiares volvió a armar las valijas para emprender vuelo hacia las bellísimas playas de Panamá, más precisamente a Bocas del Toro, uno de los puntos turísticos más emblemáticos de dicho país. 

A orillas del mar Caribe, Luna posó divertida y compartió cada una de las postales en las redes sociales, con el mismo tono que viene teniendo luego de su separación del Polaco, enfocada en el bienestar interior y muy conectada con la naturaleza, la meditación y la práctica del yoga. En su rutina actual, la conductora y panelista incorporó hábitos saludables y, también, con marcada conciencia en el cuidado del medio ambiente. 

No es casual que haya dado un vuelco en el último tiempo, casi como si la necesidad de realizar una profunda desintoxicación, no sólo física sino también emocional, se le hubiera impuesto. Su última relación de larga data con el cantante de cumbia dejó huella, y sobre eso se volvió a referir cuando le preguntaron si podría etiquetar al Polaco como su peor novio, algo que la panelista negó rotundamente, pero sí aclaró que la consideró una relación tóxica: “No sé si la peor, fue en la que más sentí, en la que más me enganché y en la que más sufrí”, y además resaltó como uno de los aspectos que resultaron incompatibles el estilo de vida que el cantante llevaba: “Había cosas de excesos. Yo, por mi problema de salud, tenía hábitos más saludables. Y ahí empezó a haber una diferencia muy grande. No hubo compatibilidad”. 

Aunque Silvina volvió a encontrar esa estabilidad que su relación no tenía, lo cierto es que por más que la hayan vinculado con varios hombres, entre ellos el popular cantante colombiano Maluma, lo cierto es que sigue soltera y hasta se animó a probar una aplicación para citas.

Aunque parezca una broma, no lo es, imagínese estar pasando perfiles y toparse con la bomba de Luna, pero para los argentinos todavía sigue siendo una mera fantasía, porque Silvina se ocupó de aclarar que sólo la utiliza cuando está en el exterior: “Acá, imposible. Me divertía porque es a gente que está a la redonda o en el barrio, si te cruzaste a alguien. Hablé con dos o tres personas, pero no llegué a encontrarme”.

Y se refirió a la posibilidad de sentirse anónima por un ratito, sin la presión ni la expectativa que puede generar la fama: “Algo que disfruto mucho cuando viajo es el anonimato, es una hermosura. No es que reniego (de la fama), pero la verdad que es algo muy lindo estar ahí y que nadie te dé bola. En Argentina ven tu foto y es otra cosa, ya la gente se predispone de otra manera. Pasa también cuando conocés a alguien, primero quizás está el combo con el personaje, y cuesta. Yo soy bastante transparente, pero ir a la persona es lo importante”, explicó sobre la dificultad a la hora de establecer vínculos genuinos con los hombres.