Buenos Aires, 18 de enero.- Son las mujeres que corrieron en el Rally Dakar Argentina Chile 2010.Mirjam Pol está en muletas: la holandesa voló por el aire al trepar una duna y la moto hizo piruetas sobre ella. Pero se empecinó en seguir la carrera, porque el desgarro que subió le impedía caminar… pero no subirse a su Honda.
Ella es sólo un ejemplo del grupo de mujeres que se enfrentan al volante con la naturaleza inhóspita y que desafían a los hombres en las rutas en una carrera cuyo sello es, por ahora, masculino.
La princesa del Rally –así la llaman- es Annie Seel, una sueca que trabaja en diseño gráfico y que también sabe lo que es seguir a pesar del dolor. “El rally me enseñó el poder que tengo –asegura en una entrevista para la Revista Luz-. Enfrentar los problemas es lo que me hace crecer y no espero un trato especial por ser mujer”, dice quien se convirtió en la primera Iron women de la historia en 2004 (el título se gana en una competencia de exigencia física extrema).
Silvia Giannetti trabaja en el verano en el negocio familiar de venta de tabaco y souvenirs en Italia y en invierno es bombero. Además, fue la primera mujer italiana en participar en el Dakar en la categoría motos. Y aunque su familia no estuvo de acuerdo con su decisión, ahora están orgullosos de ella. “Empecé de casualidad: Stefanía, mi hermana gemela, encontró marido y yo no. Si no, quizás podría haber sido al revés, porque las dos andábamos en moto. Con un pretendiente es imposible dedicarse a esto porque es un ambiente de hombres y las parejas te celan”, dice Silvia. (¿Será que se anotó en el Dakar para, finalmente, conseguir novio?).
La alemana Cristina Meier se pinta las uñas en el camión y asegura: “El poder de la mente no tiene nada que ver con que seamos hombres o mujeres. Nosotras tenemos menos músculos, pero manejamos mejor con la cabeza. Ellos nunca saben cuándo parar, arriesgan demasiado y algunos así se condenan a abandonar”. Para vivir, ella organiza campamentos en el desierto sólo para mujeres (www.desertemotion.net).
Camelia Liparoti, con sus escasos 47 kilos, dejó de cubrir el Dakar como periodista y se subió a un cuatriciclo: a los 40, esta campeona del mundo (2009) lleva cinco rallies en su haber y explica: “Quiero verme como una dama, aún en un mundo tan masculino. Defiendo la femineidad y el lugar de las mujeres para mostrarle al mundo que podemos hacerlo. Corro por mí, pero también por todas, porque todas soñamos con esto”.
