Buenos Aires, 8 de noviembre.- La fugaz vedette Wanda Nara no pudo concretar su sueño de pasar a ser una vecina más del barrio de Núñez, más precisamente, de una exclusiva torre ubicada sobre la Avenida del Libertador debido a un problema de organización: el camión de la mudanza llegó fuera del horario permitido de carga y descarga.

La semana pasada, Nara llegó raudamente a su nuevo hogar con la intención de subir rápidamente los numerosos muebles que ella y su marido, el futbolista Maxi López, habían adquirido cuando alquilaban la mansión del country Santa Bárbara. Pero las reglas del consorcio prohíben la carga y descarga de muebles por la tarde, o casi a la noche, ya que el camión llegó a las ocho, según informó la revista Pronto.

Entonces, la vedette empezó una tratativa con el encargado del edificio que subió de tono hasta que el hombre cedió ante la insistencia (bastante enfática) de la señora de López. La excusa que esgrimió la "botinera con papeles" fue que el camión de la empresa mudadora se rompió, por lo que no llegaron por la mañana, como correspondía.

Al final, Nara consiguió lo que quería, ya que el encargado le permitió subir por el montacargas del edificio para subir los muebles al departamento de 500 metros cuadrados que alquilará por 7 mil dólares mensuales. Lejos de respirar aliviada, la vedette se encontró con que partes de la obra de su nueva casa estaban sin terminar , por lo que no era aconsejable que empezara a desembalar todavía.

El día de mudanza de Nara terminó a las tres de la mañana, cuando se dio por vencida y regresó a la casa en Nordelta, donde vive con su marido (cuando no está juganto en Brasil) y el hijo de ambos, Valentino.

Bueno, todo no se puede.