Bien plantada a sus 33 años, Gimena Accardi charló de su protagónico en Mi hermano es un clon (lunes a viernes por eltrece). Sin embargo, la conversación fluyó por distintos temas y la actriz se explayó sobre distintas vivencias personales y profesionales.

-¿Cómo vivís este regreso a la comedia en televisión, cómo cambió tu rutina?

-Estoy súper feliz de volver a este género. Hace mucho no hacía ficción en tele y me gustó mucho la propuesta. Cambiar las rutinas fue lo que más me costó. Entre la excitación de volver a grabar y mi cerebro que estaba acostumbrado a dormirse a las 3 de la mañana y quizás despertarse a las 10, fue un gran cambio. Ahora yo me despierto a las 6, así que me tengo que dormir por lo menos a las 11 de la noche. Eso me costó. La primera semana dormí creo que tres horas. Ahora estoy tomando vitaminas para recuperar; ya me acostumbré y me estoy acostando tipo 11.30.

-Pero ahora podés hacer planes de noche, que antes no podías por tu trabajo en teatro...

-Sí. Pero tampoco llego hasta tan tarde porque me levanto muy temprano, ja. Los fines de semana, sí. Viernes y sábado, que era algo que el teatro me impedía, puedo organizar cosas: ir a cumpleaños, eventos. ¡Invítenme que ahora puedo!

-Hablando de El otro lado de la cama, terminó tras tres años de gran éxito, ¿qué significó para vos?

-Sí, fueron tres años inolvidables, de un éxito que nunca nos tocó vivir, por lo menos no en el circuito donde estábamos. Quiero decir, lo vivimos en Aliados, pero no en el circuito comercial de teatro de obras de texto. Tengo los mejores recuerdos, recorrimos el país y la pasamos genial.

-¿Cómo es dejar de trabajar con Nico (Vázquez, 41, su pareja) después de tanto tiempo, para pasar cada uno a tener sus actividades?

-Lo bueno es que ahora como que nos extrañamos mucho y cuando llegamos es "taca-taca-taca" (hace el gesto de charla constante con el índice de la mano izquierda en forma de círculo), estamos llenos de anécdotas. Antes era más tipo "¿Viste lo que pasó en la escena 4? Me olvidé el texto". Ahora estamos compartiendo más lo que nos pasó en el día, quizás porque antes estábamos todo el día juntos, también hicimos la gira así que viajábamos juntos, cosa que nos encanta pero también está bueno que cada uno tenga su espacio de laburo para después a la noche contarnos todo.

-¿Vas a encaminarte hacia otros proyectos en 2018 o te quedás con la tele?

-Me bajé de las demás cosas laborales que tenía previstas porque me voy a las siete de la mañana de mi casa y vuelvo a las siete de la tarde y no doy a basto.  Si habría aceptado algunas de esas propuestas estaría llegando a mi casa tipo una de la mañana y no tendría vida. Y pienso que la vida pasa rápido y también está bueno compartirla con tu pareja, tus amigos, tu familia ¡y no estar las 24 horas del día trabajando!

-Estamos en una época de cambios con respecto al consumo de contenidos, ¿sos de mirar televisión?

-Miro tele pero en este tiempo me pasó que no podía ver mucha por el tema del teatro. Y ahora me pasa que durante el día estoy trabajando así que tampoco puedo ver. Por ahí en la cama miro el programa de Guido que soy alta fan o ShowMatch, para hacer el último zapping antes de dormir.

-¿Series?

-Miro muchas también. Me voló la cabeza The Handmaid's tale, es la mejor serie que vi en mi vida. Muchas veces la miro antes de irme a dormir y me quedo un poco mal, pero tampoco la puedo dejar de ver. La dirección, la actuación, el arte, la luz, todo me gusta. Todo es perfecto. 

-Hablando de este tipo de temáticas, fuiste una de las actrices comprometidas en el denominado 8A. ¿Te sentís empoderada, cómo tomás esta revolución mundial?

-Siempre me sentí muy empoderada. Trabajo desde que soy muy chica, hago lo que me gusta, en mi familia siempre se luchó para que yo tenga voz y voto, y que me haga respetar y me respeten. En mi trabajo también; siempre trabajé con gente que me ha tratado bien y no pasé por situaciones dramáticas, pero no puedo dejar de ver estadísticas de tantas mujeres que la pasan mal, muertas, golpeadas. Esto es algo que está pasando mundialmente. La mujer dijo "basta, hasta acá llegamos". Que se nos empiece a escuchar y a respetar, que no sea normal que nos griten cosas por la calle. El cien por ciento de las mujeres que conozco sufrieron acoso callejero, ¡todas!, a la edad que te diga, a las tres de la tarde, una de la mañana, con pollera, con jogging. No importa el horario ni la vestimenta o si estás sola o con gente. El que quiere abusar, abusa, y el que quiere gritarte una "guarangada" te la grita. Creo que esto está llegando a su fin y se siente. Ahora la piensan tres veces antes de gritarte. 

-¿Qué charlas tenés con Nico respecto de estos temas?

-Nico es súper feminista y respetuoso. Antes de ser su pareja he trabajado con él y sé que es súper respetuoso. Me pasó que quizás hablando con parejas de amigos, a todas las mujeres de la mesa nos había pasado algo. A mí a los 10 años un tipo me mostró el pito en la puerta de mi edificio cuando yo a esa edad no sabía ni qué era un pito; a otra la habían tocado o cosas peores. Y los hombres de la mesa no podían creer que a todas nos había pasado. Y sí, hay muchos hombres que lo hacen. Desde muy chicas que vivimos estas situaciones. ambién hay una concientización de los hombres que quizás no se daban cuenta que decirte "chau, mamita. Qué linda colita" nos afectaba tanto, y sí. No está bueno, nos afecta, no necesito tu "piropo", no quiero que digas eso de mi culo. Hay un ruido y un cambio que se está dando de a poco. Se está empezando...

Fuente: Ciudad