Buenos Aires, 10 de julio.- Nicolás Sarkozy y su esposa Carla Bruni están disfrutando de sus vacaciones en su residencia privada de verano al sur de Bormes-les-Mimosas. Atraviesan un momento especial porque están esperando el primer hijo de la pareja.
Sarkozy y Bruni se muestran como una pareja feliz. Tanto es así que se los puede ver muy mimosos, abrazados y besándose muy apasionadamente.
De hecho al primer mandatario se le escapó la mano, y se lo vio tocándole la cola de su mujer, ante la atenta mirada de los fotógrafos.
Entre las actividades que realizaron de vacaciones, estuvieron navegando a bordo de un yate y haciendo caminatas, muy relajados.
La pasión se les nota a flor de piel.
