Desde hace meses, la información sobre la caída de los anticuerpos y la necesidad de aplicar dosis de refuerzo se ha generalizado en todo el mundo. Sin embargo, un grupo de científicos españoles logró desarrollar un test cutáneo que permite conocer si es necesaria una nueva dosis de la vacuna contra el Covid-19.

Según señalaron, esta prueba mide los linfocitos T, que a diferencia de los anticuerpos no decaerían tras unos seis meses. Para determinar cuán activos se encuentran, la ecuación es simple: un pequeño pinchazo y un enrojecimiento en la zona. Resultado que el sistema inmune aún está en pleno funcionamiento.

“Estos test son fáciles de realizar, de bajo costo y su fiabilidad es prácticamente del 100%”, afirmó la inmunóloga Yvelise Barrios, líder del equipo de investigadores del Hospital Universitario de Canarias, en España, que crearon esta prueba.

Primero es necesario aclarar que este no es un test serológico, que mide los anticuerpos. Sino que se trata de una prueba similar a las que se realizan para conocer cuando una persona es alérgica. Aunque en este caso, sirve para medir la respuesta inmune-celular y evaluar si es necesario aplicar un refuerzo de la vacuna contra el Covid-19.

Este test mide la capacidad neutralizante que tiene el organismo ante el Covid-19, ya sea luego de la vacunación o tras la infección. Por este motivo, se centraron en los linfocitos T, los cuales tiene la capacidad de recordar cómo son los patógenos que combatieron antes y la mejor forma de aniquilarlos.

Barrios, junto a su equipo y el alergólogo Víctor Matheu, lograron desarrollar un test que detecta linfocitos T específicos para la proteína S (Spike) del SARS-CoV-2, responsable de ingresar en las células para lograr la infección. Según explicó, estas pruebas son fáciles de utilizar, de bajo costo y “su fiabilidad es prácticamente del 100%”.

Incluso, señalaron que ya se realizaron pruebas en personas vacunadas con Pfizer, Moderna, Janssen, AstraZeneca e incluso en un inmunizado con Sputnik V, aunque este último suero no se emplea en España. “En personas inmunosuprimidas hay que dar más tiempo para que la respuesta inmune sea más vigorosa y la evaluación sea mejor”, señaló la científica a medios locales.

En palabras de la científica, este test funciona con un simple “pinchacito”. El resultado lo brinda el propio cuerpo. Según explicó, para que el sistema inmune muestre su poderío se aplica “una parte de la proteína S del coronavirus fabricada en laboratorio y sin ningún efecto dañino”. “No estamos metiendo virus vivos en el organismo”, aclaró Barrios.

La espera se extiende por uno o tres días y el resultado es cuando una pequeña zona del lugar donde se realizó el pinchazo, generalmente el brazo, muestra una reacción en forma de inflamación o enrojecimiento. Si es así, los linfocitos T están listos para combatir al Covid-19.

“Se trata de una reacción de hipersensibilidad retardada como la que se usa para la tuberculina”, señaló la inmunológa. Además, recalcó la importancia de estas células y aseguró que “es más relevante que existan linfocitos T que anticuerpos”, ya que estas “se mantienen en activas mucho más tiempo y ahí es donde reside la memoria inmunológica”.

En cuanto a su comercialización, la especialista adelantó “la empresa canadiense Biovaxy lo está haciendo y estará disponible en los próximos meses”.

Fuente: TN