Los piojos son insectos tan pequeños como una semilla de sésamo y sus huevos, las liendres, todavía más. Viven en la cabeza de las personas y se alimentan de su sangre. La principial molestia es que causan picor en el cuero cabelludo y se reproducen rápidamente. Se conocen más de 3.000 especies de este insectos, pero los humanos podemos ser infestados por tres tipos de piojos:

- El del cuerpo (Pediculus humanus corporis)

- El del pubis (Pthirus pubis) o ladillas

- El de la cabeza (pediculus humanus capitis).

Este último es, por su alta prevalencia, el que nos preocupa (afecta a un 3% en países industrializados, pero en los colegios puede ser superior al 25%).

¿QUÉ NECESITAS SABER SOBRE LOS PIOJOS?

Los piojos de la cabeza no saltan ni vuelan, se contagian con el contacto directo de persona a persona, sobre todo en edad infantil. Esto se debe a que los niños pequeños a menudo, tienen sus cabezas juntas mientras juegan. Algunos datos sobre los piojos son:

- La edad de máxima afectación es entre 2-12 años.

- Los piojos humanos no infestan a otros animales, y al revés.

- A diferencia de los piojos del cuerpo, los de la cabeza nunca actúan como transmisores de otras enfermedades.

- Necesitan chupar sangre humana (del huésped) varias veces al día para sobrevivir (son parásitos).

- Fuera del cuero cabelludo sobreviven entre 6-48h.

- No tienen alas (no vuelan).

- No saltan, pero se desplazan fácil y rápidamente, sobre todo en pelo seco (6-30 cm por minuto).

- Un piojo adulto vive entre 23 y 60 días.

- Un piojo hembra produce 7-10 huevos por día.

- Los huevos (liendres), los deposita cerca del cuero cabelludo (3-4 mm de la raíz del pelo), y quedan pegados por una sustancia insoluble en agua.

- El piojo joven (ninfa) tarda entre 8-10 días en salir del huevo y otros 12 días en hacerse adulto, reiniciando el ciclo vital.

¿CÓMO SABER SI TU HIJO ESTÁ INFESTADO DE PIOJOS?

El síntoma más frecuente es picor de la cabeza y rascado en el pelo, aunque hay niños que pueden estar asintomáticos (puede tardar entre 4-6 semanas en aparecer tras la infestación). Las zonas típicas de rascado son detrás de las orejas, en la nuca y en la coronilla.

El piojo muerde y su saliva es la que ocasiona el picor por la reacción inmune de la piel a la mordedura. Si nos rascamos mucho nos podemos producir lesiones (excoriaciones) que pueden sobreinfectarse.

El diagnóstico de seguridad es la observación directa del piojo vivo, aunque esto pueda ser difícil por la velocidad a la que se mueven (6-30 cm por minuto) y porque se esconden de la luz. Será más fácil localizarlo en el pelo mojado.

Es más frecuente diagnosticar la infestación por la presencia de liendres, ya que en cada infestación hay de 8 a 12 piojos vivos pero hasta 100 liendres. No hay que confundir las liendres con caspa o productos de descamación epitelial (las liendres están pegadas, y la caspa, no).

Las liendres miden 0,8 milímetros y tienen forma ovalada. Recién puestas, su color es blanquecino, pero van tornándose más oscuras conforme se desarrolla el insecto en su interior. Tras la eclosión, adquieren de nuevo color blanco o gris blanquecino. Normalmente, la hembra deposita una por pelo, pero puede ocurrir que piojos de distintas generaciones pongan huevos en el mismo pelo, que quedarán separados entre sí por unos centímetros.

¿QUÉ OTROS SÍNTOMAS PUEDEN PROVOCAR LOS PIOJOS?

Algunas veces, pocas, se pueden dar los siguientes síntomas:

Cefalea (dolor de cabeza).

Irritabilidad.

Febrícula.

Poliadenopatías (múltiples ganglios inflamados).

Exantema (erupción cutánea rosácea) en la nuca.

Malestar general.

¿CÓMO TRATAR LOS PIOJOS?

Los piojos mueren con el tratamiento apropiado. No obstante, pueden regresar si este no se hace de forma correcta, completa o no se corrige la fuente de contagio. Si a pesar de todo persisten, hay que considerar que pueda haber patrones locales de resistencia al tratamiento.

Se debe aplicar el tratamiento el mismo día en que se descubre la infestación, siguiendo las instrucciones de uso.

Si has comprobado que tu hijo tiene piojos, aplica el tratamiento siguiendo las instrucciones al pie de la letra, que en la mayoría de ocasiones requiere una segunda aplicación al cabo de 7 o 10 días.

Los niños deben tratarse adecuadamente el día que se descubre la infestación. No hay que tratar a quien no esté infestado. Verifica las normas de la escuela o guardería al respecto. Y recuerda que no es falta de higiene.

QUÉ INCLUYE EL TRATAMIENTO:

- Fármacos (pediculicidas).

- Eliminación mecánica de piojos y liendres.

- Medidas ambientales para prevenir la reinfestación.

También podemos lavar la ropa, toallas, gorros, sábanas, almohadas... con agua caliente a 60ºC, usar la aspiradora sobre objetos no lavables o guardarlos en bolsas de plástico durante un minino de 10 días, aunque este tipo de medidas son últimamente objeto de controversia.

El fármaco de elección es la permetrina al 1% en crema o loción o la dimeticona. Debe aplicarse siguiendo las instrucciones que incluye el prospecto comercial, sobre el cabello seco, sin haber lavado el pelo ni utilizado crema suavizante y siempre hay que proteger ojos y mucosas.

Por otro lado, la eliminación mecánica con liendrera de los piojos es la mejor opción siempre que sea posible y sobretodo si los fármacos no han funcionado.

La liendrera debe aplicarse siempre con el cabello húmedo. Si ponemos suavizante al pelo es posible que facilite el peinado reiterado. Puede ser útil humedecer el pelo con una mezcla de agua y vinagre blanco a partes iguales o bien ácido acético al 3-5%. El ácido facilita el despegado de la liendre de la raíz del pelo.