Encontrar respuesta a la pregunta ‘¿cómo saber si he tenido un orgasmo?’ se convirtió en una obsesión cuando, tras ver un episodio de ‘The Bold Type’ —la serie de Amazon Prime Video basada en la redacción de la revista Cosmopolitan—, una de las protagonistas confesaba que jamás había experimentado uno. O, al menos, de la forma en la que lo describen. La imposibilidad de esta situación fue el primer pensamiento que cruzó mi mente. Luego caí en la cantidad de mitos con los que debe lidiar la sexualidad femenina, causados por la gran represión que sigue habiendo actualmente sobre la masturbación de mujeres, y me lo creí por completo.

Así que, si tú también te has planteado alguna vez si has experimentado este clímax o no, estás en el sitio adecuado. Hemos hablado con la psicóloga y sexóloga Ana Lombardía para que puedas disipar cualquier tipo de duda respecto al tema y conocer, también, un par de consejos para llegar a conseguirlo, si es lo que quieres. El sexo es sinónimo de vida, seguridad en uno mismo y felicidad. Ya estamos escuchando los gemidos desde aquí.

Lo primero que debes eliminar de tu mente es que un orgasmo femenino es como cuentan en las series o las películas, mucho menos las porno. Cada cuerpo es diferente y, lo que una puede sentir como un estallido, para otra será un ligero soplo.

Poniéndonos literales, ‘‘el orgasmo es un pico de placer más alto que el resto dentro de la excitación sexual. Es una sensación muy subjetiva y suele terminar con una percepción de satisfacción muy agradable. Además, es importante no intentar experimentar lo que cuentan otras personas. No son fuegos artificiales, ni se oye música, ni tiene por qué ser la mejor emoción del mundo. Es más, hay personas que sí sienten orgasmos, pero los tienen tan idealizados que no los identifican como tal’’, explica la experta. Entonces, como es tan complicado describir con exactitud cómo es o qué se siente, si no lo has tenido, no pasa nada, tiene solución.

Esta pasa por seguir unas pautas para cerciorarte, sobre todo, de que no se trata de un problema fisiológico. En este aspecto, Ana Lombardía resalta la posibilidad de tener el suelo pélvico en baja tonicidad, lo cual puede hacer que las contracciones orgásmicas sean tan leves que ni las sientas. (Pss. Aquí tienes unos truquitos para mantenerlo a punto).

‘‘Una vez descartada la causa física, la mayor parte de los casos en los que no se sienten los orgasmos están relacionados con factores emocionales y psicológicos’’, afirma Lombardía. Según recomienda esta misma, lo más conveniente es acudir a un psicólogo sexólogo. Frecuentemente, el conflicto reside en que somos incapaces de deshinibirnos, a causa de una falta de confianza en nosotras mismas o en nuestra pareja (si es el caso), junto con un desconocimiento total de cómo masturbarnos.

¡Pero no olvides que tiene remedio! ‘‘Cuanto más los busquemos, menos aparecerán. Así que recuerda que solo hacen falta dos cosas: mucha excitación y desinhibición. Si intentamos llegar, en vez de pasárnoslo bien, centrarnos en el placer y descontrolarnos, nuestra concentración se irá a la preocupación’’, confirma la sexóloga.

Eso sí, no relaciones llegar al clímax con tener pareja. ¡Son aspectos completamente diferentes! Es mucho más sustancial alcanzarlo por ti misma primero, al igual que conocer tu cuerpo, ganar confianza y conseguir decirle a tu compañero/a sexual lo que te gusta y lo que no, con el fin de disfrutar al mismo nivel que él o ella. Faltaría más.

Además, ¡son buenos para la salud! Desde la de tus genitales, ya que los mantienen oxigenados y activos, hasta relajando tu sistema nervioso. Vamos, el remedio antiestrés perfecto. Ana Lombardía enumera así sus múltiples beneficios: ‘‘Son muy placenteros y, por tanto, aportan mucho bienestar. Mejoran el ánimo, afectan de manera muy positiva a nuestra autoestima... Incluso si tienes pareja, fomentan el vínculo con la misma y os conecta más.’’ Póngame una ración de cuatro orgasmos diarios, gracias.

Fuente: Cosmopolitan