Las personas que tienen una dieta rica en flavonoides, que se encuentran en el té, las manzanas y las bayas, por ejemplo, pueden tener menos probabilidades de desarrollar pérdida de memoria relacionada con la edad, sugiere una nueva investigación científica. Las bayas son los frutos carnosos con semillas rodeadas de pulpa, como el tomate, la uva y los llamados frutos rojos (arándanos, frambuesas, fresas, moras, entre otros).

La investigación fue publicada en la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences y dirigida por investigadores de la prestigiosa Universidad de Columbia y del Brigham and Women’s Hospital, de la Universidad de Harvard. Este trabajo se ha convertido en un referente para establecer que una dieta baja en flavonoides conduce a la pérdida de recuerdos relacionada con la edad.

La buena noticia es que también han comprobado que los flavonoides dietéticos restauran la memoria en adultos mayores de 60 años. Pero ¿qué son estas sustancias?

Flavonoides es el nombre genérico de un grupo de moléculas generadas por el metabolismo secundario de los vegetales, con amplios beneficios probados por la medicina. Un estudio de tres años a gran escala, efectuado en 3562 personas de alrededor de 71 años, encontró que aquellos participantes que tenían un alto consumo regular de esta sustancia tenían una mejor función de memoria del hipocampo, que incluye la creación de memoria a corto plazo, en comparación con aquellos que no los incorporaban a su dieta.

Además, estos alimentos han demostrado que proporcionan un amplio abanico de beneficios para la salud, desde combatir el cáncer hasta reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.

En la investigación sugirió que consumir un suplemento de 500 mg de flavonoides al día o bien alimentos vegetales que lo contienen, podría revertir el efecto negativo sobre la función de la memoria que tiene la baja ingesta de flavonoides en las personas mayores.

Sin embargo, los investigadores enfatizaron que estos suplementos no tienen efecto en las personas que no tienen una deficiencia de esta molécula. La mayoría de los adultos mayores en el Reino Unido ya consumen grandes cantidades de flavonoides a través del té, las manzanas y las bayas, aseguraron.

El científico principal Scott Small, profesor de neurología en la Universidad de Columbia, dijo que los hallazgos forman parte de un gran número de investigaciones que está “comenzando a revelar que se necesitan diferentes nutrientes para fortalecer nuestras mentes que envejecen”. “Nuestro estudio, que se basa en biomarcadores del consumo de flavonoides, puede servir de modelo a otros investigadores para identificar otros nutrientes necesarios”, aseguró.

El hallazgo también respalda la idea emergente de que el cerebro que envejece necesita nutrientes específicos para gozar de una salud óptima, del mismo modo que el cerebro en desarrollo necesita nutrientes específicos para desarrollarse adecuadamente.

“Si parte de esta variabilidad se debe en parte a diferencias en el consumo dietético de flavonoides, entonces veríamos una mejora espectacular de la memoria en las personas que aumentan el consumo de flavonoides dietéticos cuando tienen entre 40 y 50 años”, aseguró.

“La mejora entre los participantes en el estudio fue sustancial y plantea la posibilidad de utilizar dietas, alimentos o suplementos ricos en flavonoides para mejorar la función cognitiva en los adultos mayores”, afirmó Adam Brickman, profesor de neuropsicología del Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia y codirector del estudio.

¿Qué alimentos contienen más flavonoides?

Alimentos como los cítricos (lima, limón o naranjas), el brócoli, los tomates, las cebollas rojas, pero también el té verde, el cacao y especias como el tomillo o la menta son ricos en flavonoides. Sin embargo, hay una fruta que sobresale: la uva, además de las manzanas, las fresas (o frutillas) y las cerezas. En cuanto a verduras y vegetales, también contienen flavonoides los pimientos amarillos, las coles de Bruselas, el ajo y las espinacas.

Gunter Kuhnle, profesor de nutrición y ciencia de los alimentos en la Universidad de Reading y co-investigador del estudio, dijo que los resultados “sugieren que hay una cantidad óptima de flavonoides en la dieta”, que es una ingesta diaria de alrededor de 500 mg.

Los científicos estaban divididos sobre si el estudio muestra que los suplementos de flavonoides son una buena idea para las personas mayores. El profesor Aedin Cassidy, catedrático de nutrición y medicina preventiva en la Queen’s University Belfast, dijo que era un “estudio realmente importante”, especialmente porque la dosis requerida para mejorar la salud del cerebro era “fácilmente alcanzable”.

“Por ejemplo, una taza de té, seis cuadrados de chocolate amargo, un par de porciones de bayas y manzanas, en conjunto, proporcionarían alrededor de 500 mg de flavanoles”, señaló.

Ian Johnson, miembro emérito del Instituto Quadram en Norwich, agregó que esta investigación “grande y rigurosamente realizada” se sumó a la evidencia anterior. Con lo cual se “muestra la importancia de la dieta como un factor de apoyo a la salud cognitiva en la vejez”, aunque dijo que probablemente se necesitarían más estudios para explorar los beneficios de los suplementos de flavonoides en profundidad.

Sin embargo, David Curtis, profesor honorario del Instituto de Genética de la UCL, aseguró que el estudio mostró que “aquellos que tomaron un suplemento de flavonoides durante años tenían aproximadamente la misma función de memoria que los que tomaron un placebo y cualquier diferencia estaba dentro de lo esperado”. Y añadió: “El estudio no proporciona evidencia de que aumentar la ingesta de flavonoides sea beneficioso y no hay necesidad de que nadie contemple cambiar su dieta a la luz de sus hallazgos”.

Por último, Carl Hodgetts, profesor titular de neurociencia cognitiva en Royal Holloway, Universidad de Londres, dijo que la investigación sobre la relación entre la nutrición y el cerebro podría ayudar en la lucha contra la demencia. Y destacó que era “un estudio interesante que comienza a abordar tales preguntas”, pero no estuvo de acuerdo con la conclusión de que los suplementos de flavonoides afectan la función del hipocampo, ya que se necesitarían resonancias magnéticas para establecer esto.