Tan común, tan barata, tan sencilla, la papa es la gran ignorada en la competencia por el podio de los superalimentos de moda que se ganan los títulos editoriales y las fotos más likeables de las redes sociales. Pero en los últimos tiempos empezó a reconocerse como un gran aliado para bajar de peso. Es que, no solo no engorda sino que además ayuda a llegar al peso adecuado.

En su libro La revolución de la papa: historia del alimento que salvó al mundo. La dieta rica y nutritiva que te hará bajar de peso (Ed. Grijalbo), el doctor Lucio Tennina reivindica este alimento que injustamente tiene mala fama. "Durante años y según las épocas fue maltratada, mal entendida, prejuzgada. Todavía hoy, cuando incorporo papas en cantidad en una dieta para adelgazar, la expresión de estupor y de incredulidad aparece en los rostros de los pacientes. Las tres "P" -pastas, pan y papas- parecen representar el origen de la aparición de una cuarta "P", el peso excesivo", declara el doctor Tennina en su libreo.

Según el autor, es preciso hacer "un desagravio a los malentendidos sobre sus beneficios y composición. Para que la papa deje de formar parte de esa categoría de alimentos considerados "pesados", "calóricos" y para que volvamos a incluirla en nuestra dieta, no solo perdiéndole el miedo y despejando los prejuicios, sino también siendo conscientes de su valor nutricional y de las posibilidades de convertirla en la base de una dieta que nos ayude a perder peso".

A su vez, para la doctora Mónica Katz, "la papa es un vegetal interesante, aunque hoy se lo considera un almidón, dentro del grupo de los fideos y el pan". Y "una papa chica tiene cien calorías, con lo cual el problema de la papa es cómo aprendemos a cocinarla. El puré con manteca, la papa frita son el gran problema. La papa en sí es maravillosa, así que si querés hacer una linda dieta sin renunciar al placer la papa tiene que estar incluida".

La licenciada en nutrición Florencia Ramos, docente de la Universidad Barceló y codirectora de Maestro Estética coincide y explica: "Salvo que exista alguna patología, ningún alimento está prohibido, por lo tanto se puede incluir en un plan de descenso de peso. El punto clave es la forma de cocción: deben ser cocciones que no impliquen exceso de aceite".

Por su poder de saciedad, porque ayuda a bajar el índice glucémico para las personas que padecen ciertos tipos de diabetes y porque es fácil de digerir, la papa tiene que estar presente en un plan de alimentación saludable y, también, en una dieta cuyo objetivo sea bajar de peso.

A su vez, la papa es el alimento con mayor capacidad de saciedad. Si se la prepara de la manera adecuada, es el mejor anorexígeno natural que existe. "Sin efectos indeseables, como los que producen los medicamentos para adelgazar, sin necesidad de pasar hambre o de inundarse con litros de agua para llenar el estómago, ingerida un rato antes de las comidas la papa disminuye notablemente el apetito", explica el doctor Tenina. A lo que la doctora Katz agrega: "Es el alimento más saciógeno que hay; mientras una banana te da 80, una papa te da 330 puntos en el índice de saciedad".

Tiene las mismas calorías que dos zanahorias y aumenta los niveles de energía. Con las mismas calorías que tienen dos zanahorias y con las múltiples posibilidades de ser preparada: como puré, cortada en cubos para ensalada o en rodajas como base para preparar bocadillos -evitando así la harina-, además de ayudarnos a perder kilos, mejora nuestros niveles de energía por su contenido en almidón.

Cómo consumirla

La eficacia de la dieta depende del menor uso posible de grasas, solo aquellas que contienen las carnes y el huevo.

El aceite se debe utilizar sin cocinar, en crudo y en dosis pequeñas. Además, es muy importante respetar las cantidades indicadas y la manera de distribuir las comidas.

Incluirlas en el almuerzo y o en la cena. En el plan del Dr. Tenina se propone consumir hasta 3 papas medianas por día.

Bajo contenido calórico si se la cocina adecuadamente. Es muy importante tener en cuenta que la cantidad de calorías que contiene un producto va a depender de la manera en que lo cocinamos, entonces, algo tan inocente como una papa se puede transformar, con el agregado de grasa en la cocción, en algo letal como es una papa frita envasada. Una de las razones del bajo contenido calórico de la papa, en relación con los cereales, es la enorme cantidad de agua que la compone: más de sus tres cuartas partes.

Consumir la cáscara ayuda a incorporar fibras y aumentar el poder de saciedad. Para eso lavarlas bien y hervirlas. También se pueden hacer snacks crocantes de cáscara de papa.

Fuente: Ohlalá